De nosotros depende

De nosotros depende

El mundo cristiano conmemora hoy el día en que Jesús de Nazaret entró a Jerusalén  para iniciar allí  su pasión y muerte en la cruz. Es el día en que comienza la  Semana Santa, un período que deberíamos aprovechar para la  meditación, el descanso y el disfrute sano. Por desdicha, con el tiempo el desenfreno se ha ido apoderando del ánimo de mucha gente, a tal grado que es necesario montar operativos de socorro para mitigar de alguna forma el daño que el humano provoca al entregarse a  excesos de todo género.

 Antes de llegar a ese momento en que la cordura se disuelve en alcohol y velocidad, es bueno meditar sobre el hecho cierto de que dependerá de nuestra conducta lo bueno o lo malo que nos ocurra en playas, balnearios, carreteras y otros lugares muy frecuentados, o en las vías de una ciudad que quedó  semi desierta por el éxodo propio de este período de asueto, y que por lo general comienza en  Domingo de Ramos.

Vayamos donde vayamos, no apartemos de nuestro lado la medicina preventiva de la sobriedad y la cordura. Que el manejo cuidadoso, abstenerse de ingerir alcohol mientras se conduce y la prudencia en balnearios y playas, en campos y ciudades, permitan que el disfrute del asueto sea una agradable experiencia y no una terrible pesadilla. De cada uno de nosotros, y de nadie más, depende que así sea.

La calidad de vida del policía

El policía es un servidor público que a pesar de que realiza una tarea de alto riesgo, tiene las peores condiciones de vida como asalariado del Estado. Por eso, en parte, hay tantos testimonios acerca del macuteo a que se dedican algunas patrullas, sobre todo en calles y carreteras. Tener un salario bajo no necesariamente justifica la pérdida de la moralidad, pero no hay duda de que en el caso de los policías es un fuerte estímulo.

Como parte de la reforma de la Policía Nacional, una vez depurados sus integrantes es preciso trabajar en una mejora digna del salario de estos servidores públicos. Esa debe ser una de las prioridades del Plan Integral de Seguridad Ciudadana, anunciado recientemente por el Gobierno. El país necesita que los encargados de velar por el orden y la seguridad ciudadana tengan condiciones de vida dignas. La mejora del salario sería un buen punto de partida hacia esa meta.

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