La campaña de prensa que nuevamente ha motorizado el equipo asesor del oficialismo con relación a una posible reelección del presidente Fernández, no pasa de ser otra táctica de distracción; entre otras razones, por las graves dificultades porque atraviesa el gobierno; las señales de unidad del PRD en su Congreso; poca pegada de los funcionarios oficialistas como candidatos, y a las dificultades para mantener el Frente Patriótico con miras a las próximas elecciones del 2012.
La realidad es que las cosas en el gobierno no andan tan bien como para que el presidente Fernández, no solo rompa sus compromisos públicos en el sentido de no procurar la reelección en el 2012, sino exponerse a provocar una nueva reforma Constitucional con esos fines, con todos los riesgos que ello implicaría dentro de su partido como en amplios sectores de la sociedad.
Solo aquellos que ven las cosas con fanatismo pueden ignorar, que a pesar de que existen tendencias dentro del PRD marcadas fundamentalmente por actitudes personales, es evidente que están dando pasos que conducen a pensar que habrá unidad y que realizarán una convención diáfana y que todos los actores van a respetar las decisiones y se integrarán a la campaña política a favor del candidato ganador, lo que los colocaría en una posición indudablemente favorable para competir con éxito en el 2012.Nadie puede negar que los esfuerzos que realizan los aspirantes a la nominación presidencial dentro del PLD, que de alguna forma obedecen al oficialismo o que forman parte de la nómina pública en posiciones importantes, no han llenado las expectativas, manteniéndose en la opinión pública la percepción de que Danilo Medina es el candidato con mayor fuerza dentro del partido de gobierno, siempre que Leonel no aspire a la reelección.
Tampoco se puede ignorar que al gobierno como al PLD se les hará difícil mantener la alianza política con el Bloque Progresista, para ir en el 2012 con un candidato que no sea Leonel Fernández, puesto que el propio gobierno ha puesto a funcionar toda su maquinaria en el sentido de que solo con él se gana, y algunos de ellos dejando entrever que irán con candidatos propios.
Introducen de nuevo el tema de la reelección, porque conocen además las tendencias de sus aliados políticos a recostarse fácilmente de otro árbol que les ofrezca sombras y podrían írseles antes de tiempo; para mantener bajo vigilancia los candidatos de su propio partido, y para evitar que los sectores que no tienen otro sentimiento que el poder, ni se acomoden en otros nidos ni se recuesten de otro árbol.Loa estrategas oficialistas saben que aún sin problemas económicos y sociales como los que padecemos, la reelección podría ser tan traumática a lo interno de su partido como frente a la oposición y otros sectores importantes de la sociedad. Por esas razones, la reelección no pasa de ser otro circo más.