El Nóbel de Literatura 2005, el inglés Harold Pinter, que no pudo ir personalmente a recibir su premio, se declaró conmovido con la cantidad de cartas que ha recibido del pueblo norteamericano, tras su discurso de aceptación, que escribió y leyó a distancia.

Según explica ellos se adherían a sus conceptos sobre la guerra de Irak y sus críticas a Tony Blair, “que expresaban un profundo sentimiento de vergüenza que me impresionó”.

Sobre todo, porque según señala, en su país la BBC “pasó de puntillas sobre mi discurso”.

Estando en Turín se estrenó la versión en francés de su pieza, The new world order de Harold Pinter, escrita en el 1991 y reconocida como una de sus piezas “más sarcásticas”.

Con 30 obras de teatro publicadas y una enfermedad que lo obliga a moverse en silla de ruedas, el dramaturgo declaró su intención de no escribir más teatro.

Y que si escribe, probablemente lo que escriba sea poesía.  Pero, Pinter no está para nada molesto con el género teatral, y para demostrarlo lo comparó con el cine. “El teatro es siempre vida compartida, mientras que el cine es, simplemente, experiencia grabada”.