De política

De política

HÉCTOR PEREYRA ARIZA
La política es una de las ciencias sociales, igual que la economía, la sociología, la historia, el derecho, la etnología. En sus orígenes, la política estuvo unida a la filosofía, como podemos leer en Platón y Aristóteles, responsables de la base de este conocimiento.

En la Edad Media, estaba atada a la Teología. Con el desarrollo de las ciencias en el Renacimiento, la política inicia un avance hacia su independencia, fue necesario precisar el objeto de su estudio, a partir del método científico y elaborar un vocabulario propio, sin perder vínculos con la filosofía y con las otras ciencias sociales. Algunas de éstas como la economía, se desarrolló rápido y con éxito. Giovanni Sartori dice que el economista puede lograr más que el sociólogo y que el politólogo, porque la economía ha sistematizado el lenguaje.

El economista no discute la definición de valor, costo, precio, mercado, conceptos fundamentales, agrega Sartori el economista trabaja acumulativamente, incorporando nuevos conceptos a los cimientos bastante firmes ya logrados.

En la política hay grandes discrepancias en las categorías con que trabaja, poder, democracia, libertad, soberanía, independencia. Antes de la Primera Guerra Mundial 1914-1918, predominaba las doctrinas de la Ilustración, había relativa seguridad en los conceptos básicos de dicha ciencia.

El conflicto bélico hizo trizas muchas conclusiones políticas que se consideraban definitivas. Con el desarrollo del fascismo y el nacional socialismo, y luego con la Segunda Guerra Mundial 1939-1945, de nuevo la política sufrió una alteración en las teorías elaboradas entre las dos guerras.

A partir de la caída del socialismo real, a partir del 1985, al frente del cual estuvo hasta 1991 la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, muchas teorías políticas han sido cuestionadas. Este acontecimiento, fundamentalmente político, conmovió los cimientos de otras ciencias sociales, como la economía y la sociología, pero ha sido la política la más afectada, pues son algunas de sus construcciones estructurales, las que entraron en crisis en diversas partes del mundo sobre todo en Occidente.

Algunos autores contemporáneos, vaticinan el fin de la política como práctica y su muerte como ciencia. Francis Fukuyama en su libro El fin de la historia y el ultimo hombre supone que por el hundimiento de la Unión Soviética, se ha producido el triunfo definitivo de la democracia liberal, debido a que dicho sistema político está libre de las irracionalidades de otros modelos, lo que lo convierte en el último e insuperable sistema de poder creado por el hombre. Para Fukuyama, esto implica el fin de la historia, no en el sentido de que no ocurran acontecimientos en la sociedad humana, incluso en las democracias más estables como las de Estados Unidos, Francia o Suiza, sino por el hecho de que ya no surgirán formas nuevas de gobierno porque ya no es posible mejorar el ideal de la democracia liberal. Si las cosas son de esta manera, si hemos entrado en el fin de la historia, entendida con la salvedad de dicho autor.

Esto quiere decir que la práctica política se reduce a una repetición circular de conceptos establecidos, y que por tanto, la Ciencia política ya no tiene porvenir pues desde Bacon, una de las características del saber científico es su infinitud. Si asistimos a la muerte de la política como dice Fukuyama, de que la humanidad ha llegado a un sistema último de organización y que, en tal sentido se cumple el ideal previsto por Hegel cuando formuló la hipótesis de que arribaríamos a ese punto con el advenimiento del Estado Liberal, lo que no pudo darse en Marx al suponer que el sistema último sería el comunismo.

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