HÉCTOR PEREYRA
Política y poder político. Los politólogos modernos están contestes en considerar que la política y el poder son categorías inseparables. Michelangelo Bovero dice política y poder forman un binomio inescindible. El poder es la materia fundamental del universo de entes que llamamos política. En los años treinta Bertrand Russell afirmó que el concepto básico de la ciencia social es el poder, lo mismo que la energía lo es de la física.

En Aristóteles vemos que no es cualquier forma de poder el que interesa a la política, es solamente el poder político, pues hay una diferencia de calidad, no solo de cantidad, entre el poder que tiene un padre de familia, un dirigente sindical, un ejecutivo de empresa, y el poder que ejerce el Rey en una monarquía o el Presidente de una República. Si como hacen algunos autores, se lleva el objeto de la política a toda relación de influencia que se dé entre personas, con lo cual como expresa David Easton, esta ciencia abarcaría todo el universo sociológico. Por eso este autor dice la ciencia política no está interesada en las relaciones de poder de una pandilla, de una familia o de un grupo eclesiástico, simplemente porque dentro de ellos un hombre o un grupo controla las acciones de otro. Sería necesario dedicar tiempo al examen amplio de las situaciones de poder, para formular una teoría generalizada. Dicha teoría sería muy útil para el científico político, más por la naturaleza misma de su tarea dirige su atención, no al poder en general sino al poder político.

En este poder intervienen otras formas no políticas, como el poder económico, el poder moral, el poder militar, pero lo hacen como factores de un todo que es algo muy diferente a la suma de sus partes. ¿Qué es el poder político? Para comprenderlo es bueno recordar a la luz de la doctrina de Hobbes, el origen contractual de ese poder, asunto en el que la inmensa mayoría de los científicos políticos se encuentra de acuerdo actualmente. Hobbes afirma en su obra principal Leviatán, que antes de surgir la sociedad políticamente constituida, el hombre vivía en una guerra de todos contra todos. Fue necesario, para lograr la seguridad de los integrantes del grupo humano, el establecimiento de un poder común que, por depósito en él de los derechos naturales de cada uno, tuviera la capacidad de gobernarlos a todos. Hobbes resume su teoría contractual de la manera siguiente autorizo y transfiero a este hombre o asamblea de hombres mí derecho de gobernarme a mi mismo, con la condición de que vosotros transferiréis a él vuestro derecho y autorizaréis todos sus actos de la misma manera.