De política

De política

HÉCTOR PEREYRA ARIZA
El mayor de los poderes humanos es el que se integra con los poderes de varios hombres unidos por el consentimiento en una persona natural o civil, tal es el poder de un Estado. Siguiendo a Hobbes, el poder político no es natural, sino instrumental, y se obtiene, bien por la fortuna o por el ejercicio de las facultades naturales, entre ellas la capacidad y la prudencia; en ocasiones el poder está en manos no inteligentes por hechos circunstanciales. Para Hobbes, el más grande de los poderes humanos es el del Estado, cuando éste surge del consentimiento del pueblo.

Estado y poder político. El poder político solo tiene una fuente, el Estado, vale decir la sociedad políticamente organizada. Siendo este poder de carácter instrumental, sirve para hacerse con más poderes de los que se poseen naturalmente, y siendo el más grande de los poderes humanos, de tal manera que los subordina a todos, es lógico que sea tan codiciado, pues tiene la virtud de potenciar al máximo, mientras se ejerce, y, muchas veces después que se ejerce todos los recursos personales. Esto ocurre sobre todo en una sociedad poco civilizada, donde las instituciones o la sociedad civil son débiles, el poder político se distancia del hombre, y se opone como una fuerza extraña, a pesar de haber sido creado por ella esta mudanza le llamó Marx alineación, es decir, el hecho de que obras humanas, como el dinero, la mercancía, el Estado, terminen apoderándose de su constructor o propietario para convertirlo en un instrumento suyo, sin alma.

Es claro que cuando el poder político para ser un monstruo un Leviatán capaz de mover montañas es buscado, pues con él se pueden hacer maravillas en sociedades civilizadas, donde hay una institucionalidad fuerte, también se busca, pero hay menos barbarie al hacerlo, y su uso se efectúa en el marco de un orden que fuera en gran parte el voluntarismo. Como se manifiesta el poder político. Para algunos autores, como Duguit, se expresa en toda relación de autoridad como la dependencia que se da entre gobernantes y gobernados. La tesis ha sido objetada por Duverger, pues la misma se sale del ámbito del poder político para entrar en el campo de grupos humanos donde tiene lugar el ejercicio de la autoridad, lo que borra las fronteras de la Ciencia política a la que solo le interesa el poder político y no otra forma de poder. Dicho autor expresa si toda relación humana que posee un carácter de autoridad dependiese axial de la sociología política, ésta invadiría casi totalmente el terreno de la sociología. Para obviar el escollo se han formulado tres distinciones del poder político, a fin de diferenciarlo de otras formas de poder. Estas distinciones son las siguientes entre grupos elementales y grupos complejos, entre sociedades globales y sociedades particulares, y entre poder institucionalizado y simple relación de autoridad. De acuerdo con la primera distinción, la Ciencia política se ocuparía del poder que aparece. El mayor de los poderes humanos es el que se integra con los poderes de varios hombres unidos por el consentimiento en una persona natural o civil, tal es el poder de un Estado. Siguiendo a Hobbes, el poder político no es natural, sino instrumental, y se obtiene, bien por la fortuna o por el ejercicio de las facultades naturales, entre ellas la capacidad y la prudencia; en ocasiones el poder está en manos no inteligentes por hechos circunstanciales. Para Hobbes, el más grande de los poderes humanos es el del Estado cuando éste surge del consentimiento del pueblo.

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