De que lo dijo, lo dijo

De que lo dijo, lo dijo

No me sorprendió. Existen razones que obligaron al candidato Danilo Medina a responder de esa manera cuando se le preguntó acerca de la corrupción en el programa “Voto 2012 – las propuestas de los candidatos”, transmitido por Teleantillas.

“Crearé un Código de Ética para el servidor público, y aquel funcionario al que el rumor público o la prensa acuse de corrupto será cuestionado en un Consejo de Gobierno y, si no ofrece respuesta convincente, lo destituiría.”

Me sorprende que en esta etapa del “cuerpo a cuerpo, bayoneta calada” de la  campaña electoral, no se disparará la alarma por estas declaraciones. Lo que el candidato del gobierno dijo es grave.    

Quien sí aguzó el entendimiento, interpretando el mensaje y percatándose de la tragedia del mismo, fue Claudio Acosta, señalándolo con preocupación  en su columna “Qué se dice”, del 27 de abril, en este mismo periódico.  Define correctamente lo que escuchó: otra forma de “borrón y cuenta nueva”.

La respuesta del candidato peledeísta tiene una trágica similitud con los pronunciamientos del presidente Leonel Fernández en más de una  ocasión antes de asumir sus dos últimos mandatos. La experiencia nos demuestra que fueron eufemismos retóricos para tranquilizar a los ladrones que le han servido. ”Yo te perdono en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo”.

Ambos hablan de comisiones de ética, organismos anti corrupción, códigos y regañinas para sus funcionarios. “Pau, pau” cariñoso del ejecutivo.

Ninguno habla de llevar a la justicia ni de meter preso a nadie.  En otras palabras: lo que pasó, pasó. Este gobierno, con su sainete de organismos anticorrupción, Cámara de Cuentas y Procuraduría a la medida, no ha trancado  a nadie. Danilo Medina tampoco lo hará.

Mirar hacia adelante, ignorar el pasado. Su máximo castigo, lo dijo públicamente, será un “Consejo de Gobierno” y una destitución.” Pau, pau”.

Serán sometidos a un consejo de gobierno. Esos donde se habla muchas pendejadas, se promete más, y se olvidan hasta el próximo consejo. Si nos atenemos a lo que sabemos de su efectividad, deberían llamarse “Consejos ja, ja, ja” o “Consejos del ridículo.”

Entendámoslo todos. El aspirante a la presidencia del PLD ha propuesto otro “borrón y cuenta nueva”.

No puede prometer otra cosa. Sus actuales colaboradores, financiadores de campaña y cuadros importantes de su partido están acusados de violar la ley, de prevaricación, de cohecho y otras vagabunderías de abusos de poder.

Sería una locura de su parte amenazarlos, cuestionarlos o intentar llevarlos a los tribunales si llegase al poder. En realidad, siempre serán más poderosos que él.

Serían cuatro años más de “laissez faire”, de la misma gente, de los mismos contratos grado a grado, de trenes y Metros, de islas frente al malecón, de generales narcotraficantes y de funcionarios requeridos, pero no cedidos, por organismos de justicias internacionales, etcétera, etcétera.

Una golondrina no hace verano. Si está enjaulada, no puede volar aunque tenga alas. Para Danilo Medina, el borrón y cuenta nueva no puede no ser.

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