¿De quién es el PRD?

¿De quién es el PRD?

Quienes han atizado la división en el PRD deberían tener  en cuenta que ese partido no le pertenece a ningún bando, y que ninguno, por cuenta propia, llegaría a ninguna parte en las contiendas por venir. Si como reza claramente su himno, éste  es “el partido del pueblo y de la libertad”, entonces ningún bando puede arrogarse el derecho de utilizarlo para provecho de causa en particular. En los actuales momentos existe la preocupación en sectores perredeístas y no perredeístas, fundamentalmente demócratas, de que la escisión  del mayor partido opositor provocaría un vacío de equilibrio en la correlación de fuerzas políticas. No es necesario pertenecer a un bando político para comprender el perjuicio que eso causa.

Nosotros alentamos a quienes todavía impulsan gestiones para tratar de reunificar al PRD y deshacer así el absurdo de la división, que no flaqueen en sus esfuerzos por rescatar algo que le pertenece a la democracia de este país. El egoísmo grupal no puede privar al juego democrático de una de sus fichas más significativas, autora de páginas de gloria en sus luchas pasadas por la democratización de este pueblo. Las bases del partido blanco no deberían dejarse arrastrar a una división que no hará más que debilitarlas y convertirlas en carne de cañón para futuras derrotas electorales. No deberían prestarse para avalar aquellas acciones y argumentos que puedan alimentar un unipartidismo indeseable.

MÚSICA POR EL MEDIO AMBIENTE

De espacio para los deportes y el ejercicio, y a la vez pulmón de la ciudad, el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte  ha sido convertido en una maraña de edificios, estacionamiento de vehículos y estaciones del Metro de Santo Domingo. Y parece que la misma suerte correría el área verde en torno al Conservatorio Nacional de Música, que estaría  amenazada de convertirse en estacionamiento de vehículos, en perjuicio de la tranquilidad que requiere el aprendizaje de este arte.

Parece que no hay manera de hacer comprender a las autoridades que los espacios con vocación de beneficiar la calidad del ambiente deben ser preservados de toda tentación que pretenda transformarlos en varilla y concreto. En defensa del espacio que tiene reservado, el Conservatorio ha protestado contra estos intentos de la manera elegante que sabe hacerlo: brindando  música por el medio ambiente.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas