De Ramón dice no es momento para invertir

De Ramón dice no es momento para invertir

El economista José Luis De Ramón recomendó a las empresas no invertir en estos momentos en estrategias de expansión, no incrementar sus cuentas por cobrar y, en tanto, limpiar sus inventarios y tratar de hacerse cada vez más competitivas.

Consideró que la demanda interna de bienes y servicios no se recuperará hasta el 2005, y mientras tanto, la tasa de interés se mantendrá alta por la competencia de los certificados de participación del Banco Central, las expectativas de devaluación y la mayor demanda de capital de trabajo de las empresas por efecto de la inflación.

Sugirió a las empresas buscar economías de escala y tratar de mejorar su organización y la eficacia. En un documento, en el que se hacen diez recomendaciones para hacer negocios, el licenciado De Ramón expresa que «las mentes grandes deben de estar listas, no sólo para aprovechar las oportunidades, sino para crearlas». Según él, a menos que el empresario sea un exportador, actualmente debe estar vendiendo menos, cuando mide las ventas en volumen o en dólares.

En ese sentido añade que los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) como indicador razonable de las ventas, eso es lo que indica. Aunque el PIB -resalta- no ha decrecido, se ha «movido». Ahora, una parte más significativa del PIB se vende fuera del país, expresa. Refiere que de acuerdo a las estimaciones del PIB medido en dólares o de la demanda interna real, se puede concluir que el consumo de bienes de consumo y de capital (inversión) en el mercado nacional es hoy menor en 8% y 10% que en el año 2002.

Expresa que gracias a las elecciones, al rompimiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los aumentos de los precios del petróleo, la inflación del 2004 será alta, en el orden del 35 a 50%. «En particular debe destacarse la gran posibilidad de que la tasa de cambio se dispare antes o a principios de agosto hasta RD$67.00 por US$1.00», agrega.

Dice que, a su vez, la tasa de interés se mantendrá alta por la competencia de los Cerificados de Participación del BC, las expectativas de devaluación y la mayor demanda de capital de trabajo de las empresas por efecto de la inflación.

Vistos estos dos elementos de menor volumen en cantidades y de inflación, la estrategia de su empresa para 2004 y 2005 debe contener una serie de elementos, tales como cuidar el margen, ya que el volumen se pierde solo.

» Se hace muy difícil -expresa- aumentar las ventas ante el escenario descrito. Por lo tanto, no haga esfuerzos inútiles de conseguir volumen.»

«No aumente sus cuentas por cobrar, aunque pierda ventas. Como dijimos, el volumen se pierde solo pero si ocurre una devaluación usted habrá fiado un barril de clavos y le van a pagar con medio», indica De Ramón en el documento.

Considera que toda la inversión de la empresa debe de ir a aumentar la productividad y a reducir costos. Ya habrá tiempo -señala- de expandirse cuando la economía repunte.

Sugiere ser creativo con las estrategias de aumento de la productividad. «Es posible que el gasto de intereses de un competidor altamente endeudado, unido a la pérdida cambiaria del 2003 y al efecto de los costos fijos sobre una base de volumen menor, le permita a usted dar la estocada mortal».

La pérdida de poder adquisitivo puede hacer que la empresa pueda colocar ahora los inventarios que tienen añejamiento u obsolescencia. » Ahora es el momento de vaciar las bodegas», dice, con relación a su recomendación de limpiar los inventarios.

«Acabe de fusionarse. Debe de darse cuenta que aunque usted sea grande, comparado con la competencia que vendrá fruto del acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, usted es muy pequeño», resalta. » Busque economías de escala y deje el ego en la puerta de la empresa», añade..

«Haga su empresa más competitiva, mejore la organización y la eficacia de su empresa, aprovechado el indeseado «respiro» que le da el mercado», dice. Recomienda definir una estructura de dirección sólida, con responsabilidades y autoridades claras y precisas y establecer por escrito los procedimientos de trabajo, y los mecanismos necesarios de supervisión, monitoreo y control de sus actividades.

«Aproveche que hay gente buscando empleo, seleccione los mejores y adiestre a su personal, la productividad hará que esta inversión se pague sola», recomienda De Ramón.

Igualmente sugiere liberar activos no productivos. Al respecto añade que «en la época de las vacas gordas las empresas se llenan de grasa, representada por exceso de personal y de gastos».

Recomienda vender los activos que no necesite, aunque no optimice el precio. Igualmente sugiere delinear los activos monetarios con los no monetarios.

«Aprenda a medir cuanto usted le renta a sus proveedores. En épocas de bajo volumen usted es relativamente más importante que en el pasado, estudie si puede hacer algún tipo de alianza estratégica con sus suplidores, desde los de material gastable hasta los bancos», concluye el economista De Ramón.

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