El economista José Luis de Ramón consideró que se percibe corrupción en los participantes en el mercado eléctrico dominicano en generación, transmisión y distribución.
Planteó que los consumidores se roban gran parte de la energía suplida, ya sea personas o empresas, tanto de los sectores pobres como en los más altos ingresos, sin que sufran penalidades ni consecuencias.
Señaló que el mercado eléctrico está en bancarrota pues todos los agentes dependen del subsidio del Estado para mantenerlo operando.
Cree que el parque energético es muy ineficiente y la inversión está rezagada con respecto a la demanda.
Criticó que el suministro se calcula como el 75 a 80% de la demanda real, por lo que garantiza los apagones antes de empezar, como si se viviera en una nación socialista.
El enfoque del Estado al problema eléctrico, dijo, es fundamentalmente político (ganar las elecciones), no desarrollista.
Lamentó que en los últimos siete años el Estado haya subsidiado al sector eléctrico con unos US$4,000 millones para quemar combustible.
A su juicio, para salir del laberinto en que está el sector eléctrico se necesita que opere como un mercado regulado y no como una caricatura.
Consideró que los mercados eléctricos exitosos operan en base a mercados regulados con un regulador independiente estatal dedicado a inducir y forzar a comportarse como si tuvieran competencia.
Planteó que el regulador debe permitir la incorporación de nuevos agentes en generación, eliminando las barreras de entrada existentes.
El regulador debe, dijo, garantizar el derecho al cobro de la electricidad, con mecanismos efectivos para ello.
De Ramón entiende que el Estado debe salirse de la parte comercial del negocio eléctrico, ya sea generación o distribución.
Dijo que el Estado, actuando como regulador independiente, viola la ley al permitir a las distribuidoras el cobro de un valor agregado de distribución excesivo frente a lo establecido en la ley, y crea esquemas tarifarios que castigan a quienes pagan el servicio.
El Estado debe, cuanto antes, vender sus activos en los sectores de generación y distribución, sostuvo.
Los planteamientos de De Ramón aparecen en su libro Los retos de la República Dominicana.
Considera que los recursos que se generarían por la venta de los activos del sector eléctrico deben dedicarse a financiar el proceso de distribución, ya que sin inversión en activos de distribución, no hay posibilidades de que aumente el cobro de electricidad en la República Dominicana.
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Opciones Estado
1. El economista José Luis de Ramón plantea que el Estado tiene dos opciones para dar electricidad a todos los habitantes: un monopolio estatal o establecer un mercado eléctrico regulado auténtico.
2. Consideró que el Estado tiene conflictos de intereses imaginables: es empresario en generación hidráulica y de la compañía de distribución, está asociado con el sector privado en las generadoras Itabo y Haina y es el único distribuidor de energía en el país.