En la entrega anterior comentamos acerca de reiteraciones de una idea a lo largo de la exposición, en párrafos, sucesivos o no, pero posicionados con el objetivo de fijar una inquietud en el ánimo del receptor del mensaje. Hablamos del estilo en los trabajos en prosa.
Sin embargo esto no es privativo de la prosa. También se aplica en el universo de la versificación.
En efecto, Juan Ramón Jiménez recoge, en la Segunda antología poética, su creación ¡Qué goce triste este!:
¡Qué goce triste este /de hacer todas las cosas como ella las hacía. Se torna celeste la mano, me contagio de otra poesía…”.
Y con el mismo dístico al inicio de cada estrofa, hasta el final:
¡Qué goce triste este, /de hacer todas las cosas como ella las hacía!
Algunas redundancias en medios impresos.
En la prensa diaria ya es otra cosa. De eso se puede hablar largamente. Pero tengamos en cuenta que se trata de una faena diferente, con distinta formación profesional, celeridad por la entrega cotidiana de cada trabajo, aplicación de correcciones y revisión del estilo correspondiente, la urgencia por atarse al “sistema” del pluriempleo por razones de bajos salarios, la competencia entre los medios para lograr el “palo” noticioso en cada oportunidad etc. Observemos estos dos casos.
a) Una titulación expresa: “El Club Atlético Licey entrega los anillos de la corona 22, 2016-2017”.
En parte del texto informativo, se lee:
[… inició la entrega de los anillos al entonces titular del equipo, Alsina, y al gerente general, quienes hicieron lo /propio/con los demás directivos, incluido el /propio/ Alsina…]
Diario Libre, p. 23, 13-I-2018. Solamente un párrafo, con ilustración del acto de entrega. Comentario: Bastaba una simple revisión, que pudo aconsejar que se sustituyera el segundo /propio/ por: el /mismo/ Alsina.
Concluiremos el tema con la próxima entrega.