De señal a señal
Arte humano: proceso y evolución

<STRONG>De señal a señal</STRONG><BR>Arte humano: proceso y evolución

El arte podemos definirlo como el producto de la actividad humana que consiste en ordenar, entre otros, diversos elementos que se dirigen libremente a los sentidos, a las emociones y a la inteligencia.

La definición de este concepto puede variar según las épocas y los lugares, y ninguna de las definiciones que existen está aceptada universalmente. Por esta razón, los productos y las prácticas artísticas pueden ser clasificados según sus autores, sus culturas, las épocas  y las instituciones.

En Europa, la concepción del arte es la de una actividad autónoma, producida por artistas que convierten en objetos los para algunos serán bellos, siguiendo el gusto individual, y a la vez, creando estimulaciones para los sentidos, produciendo una forma de conocimiento y de verdad.

Esta es la idea que se tenia del arte hasta el siglo XVIII, pero, en los siglos subsiguientes vinieron el arte moderno y el arte contemporáneo, y  se abandona la noción de “lo bello” y del estilo, para ver en el arte una creación del hombre, y la producción de algo nuevo con lo cual una época se identifica.

El arte contemporáneo está cruzado por los temas que agitan la sociedad contemporánea, la desmaterialización de la obra, como por ejemplo en la obra de Yves Klein, la propaganda visual y publicidad (Warhol); ecología profunda, (Hundertwasser); cirugía estética y recreación corporal de sí, (Orlan).

Si aceptamos que el arte es una manifestación humana que trasciende todos los problemas del conocimiento del mundo, tenemos que entender que el arte evoluciona al ritmo de la naturaleza humana.

No podemos apartar el ser humano de la sociedad en la que vive. El arte contiene las interrogantes, las angustias, los logros, los triunfos y los fracasos de las sociedades. Si tomamos el ejemplo del arte primero africano, es indiscutible que la escultórica negroide ancestral representa la pulsión de ritualidad y magia de las sociedades animistas que con sencillez casi minimalista logran establecer la comunicación entre la obra y el ser humano.

Picasso, heredero indiscutible del cuestionamiento de la figuración planteada por Cèzanne, encuentra en el “arte negro” la clave que le va a permitir desarrollar su angustia frente a la figuración cuestionada por los impresionistas y definitivamente, fraccionada por los cubistas y los constructivistas. Es indiscutible, que el ser humano está en el centro de la obra, pero, un ser humano re-apropiado por el artista Pablo Picasso, que logra abrir antes que los surrealistas el enigma de la representación artística como imitación insospechable de la realidad.

Entonces, que lejos estamos de las obsesiones de los clásicos como Velázquez, Rubens, Rembrandt, Botticelli, Michel Ángelo, Da Vinci, cuyos objetivos y maestría consistían en llevar y elevar el arte al parnaso de la belleza y a la sublimación más exquisita.

Cuando los surrealistas y sobre todo, Magritte, rompen con el esquema de la racionalidad, se abre una ventana que libera el arte del prejuicio de la realidad y de la estética. Todas estas etapas han sido posibles porque el arte está dentro de la aventura humana, y ésta es una maquina que no se detiene frente a las evoluciones de la humanidad. Tanto el movimiento surrealista como el movimiento cubista han sido a su manera una respuesta a la sociedad frente a las dos crisis profundas que el ser humano enfrentó durante las dos guerras mundiales. A partir de los años 40, después de la segunda guerra  mundial a través de los procesos de reconstrucción y de re-dinamización de la producción industrial nace una sociedad de consumo agresiva, desbordante y ávida de mercado, que da nacimiento a movimientos como el “pop-art”, el hiperrealismo, la nueva figuración, la figuración libre, que responden a esa urgencia de despilfarro y consumo que el maestro francés Armand entendió y realizó en sus performances trituradoras y destructoras de objetos… Después, de observar el arte como materia, los artistas conceptuales que emergen a partir de la mitad de los años 60, reaccionan contra el formalismo que había sido articulado por el influyente crítico Clement Grimberg.

Varias disciplinas afluyen en el arte conceptual para posibilitar la comunicación humana a través del tiempo con los objetos que exhiben los artistas. A partir de este momento, las ideas utilizadas dentro de la pieza son más importantes que sus aspectos formales.

Vale destacar, que el espectador está llamado a actuar y a participar, y ese criterio de participación ha marcado en los años 60, las grandes manifestaciones humanas que más allá de las ideas políticas han insistido en tomar un espacio actuante frente a la paz y a un mundo soñado por los individuos.

El arte conceptual insiste en el lenguaje del cuerpo y de la naturaleza con expresiones diferentes como el “body art”, “land art”, “process art”, “performance art” y arte povera. Entre sus màs destacados representantes están Joseph Beuys, Joseph Kosuth, Gilbert and George, y Walter de María, entre otros y otras.

Una de las evoluciones recientes del arte contemporáneo toma como medio las materias plásticas que provienen de la bio-tecnología. Artistas como Eduardo Kac, utiliza tejidos vivos hasta lograr modificaciones genéticas; Martha Menezes, elabora elementos morfológicos; Olga Kisseleva, construye módulos analíticos, así como grupos simbióticos;  también se apropian de técnicas bio-mecánicas para elaborar un conjunto artístico altamente inspirado por la tecnología. Muchas veces, estas experimentaciones se ponen en relación con el mismo cuerpo del artista, cultivador de su propia piel.

A partir de los años 90,s, Kisseleva, invitada por la Fulbright Foundation, integra un equipo de creadores que trabajan sobre el desarrollo de las tecnologías numéricas, y participa después de una estadía en Columbia University de Nueva York, en los lanzamientos del “star-up” de la Silicon Valey. Actualmente, esta artista es fundadora de Art/Sciense, que juega un papel pionero en el campo de la creación contemporánea de investigación y de reflexión sobre las formas de creación emergentes.  Kisseleva, intenta re-dibujar el mundo apoyándose sobre los avances científicos y tecnológicos puestos a su disposición. Su creación presenta con gran coherencia un compromiso sólido, que trata de la denuncia de la mentira, y poniendo en realce el caos de la incertidumbre frente al artificio de la imagen.

Estas significas y evolutivas etapas de la creación artística nos ayudan en la actualidad a entender que el arte es una dinámica creativa desde la Antigüedad, que se activa y se reactiva, a través de los procesos históricos y sociales. Los que entienden que todo está hecho en el arte, toman el riesgo de pretender detener la capacidad evolutiva del ser humano y de la sociedad.

La creación artística más sorprendente en la actualidad, podrá parecer un atrevimiento, una distorsión; sin embargo, más bien responde a la influencia de la tecnología que nos está desplazando la medida existencial del tiempo y hasta del pensamiento. Ahora bien, los clásicos, los grandes maestros nunca podrán ser desplazados en el valor que significan en la trayectoria evolutiva del arte como expresión del imaginario y del genio humano.

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