El Instituto Global de Multimedia adscrito a la Fundación Global Economía y Desarrollo FUNGLODE-, desarrolla nuevamente en coordinación con One Race Films Foundation, un programa multicultural con jóvenes apasionados por el séptimo arte que vienen de diferentes continentes, culturas, idiomas y religiones.
Dicho programa bajo el nombre de Cine Global para la Paz y el Desarrollo, reúne a jóvenes estudiantes de Estados Unidos de Norteamérica, de Haití, India, Palestina, Israel, Irán, Senegal y de República Dominicana. El conjunto de estos jóvenes cuya media de edad, no rebasa veintidós años, significa una apuesta para cada uno de sus países.
En República Dominicana, unos treinta jóvenes dominicanos, experimentan, no únicamente una vivencia técnica de creación de imágenes, pero sí, y sobre todo, una dinámica compartida de creatividad y motivación que los une en una coyuntura excepcional en la que juntos miden y aprenden el arte y la responsabilidad de producir imágenes. Dentro de un concepto que les invita a tener una reflexión ética y estética estos estudiantes crean y aprenden para lograr proyectos en común y ponerlos en práctica en documentales, cortos, comerciales y filmes.
Hemos tenido la oportunidad de presenciar su dinámica y su entusiasmo conscientes y maravillados por vivir un momento único en sus vidas, y lo más convincente en sus ejercicios es la conciencia precoz y a la vez madura que cada uno de ellos tiene, sin que importe su país de origen, frente a la responsabilidad y al peso moral que significa producir una imagen.
Entendemos que el éxito de este programa-proyecto está en su valor educativo portador de integración multicultural en la dialéctica de la diversidad.
Nos recordamos de las clases y de las reflexiones sobre el poder de las imágenes que nos impartía en los años 70,s, el profesor e intelectual Roland Barthes, en sus conferencias abiertas de la Escuela de Altos Estudios de París. Eran estos años marcados por los planteamientos del movimiento Mayo 68, que exigían un espíritu alerta frente a todo discurso conceptual e ideológico.
Al conversar con los futuros cineastas, aunque muchos de ellos ya ha realizado, documentales, cortos, etc., sentimos estas inquietudes renovadas por nuevas generaciones, unos cuarenta años después, y hemos podido entender a través de sus evocaciones e inquietudes que su preocupación fundamental insiste en encontrar desde el inicio una motivación y una finalidad que sirva a la humanidad en búsqueda de paz y de oportunidades de desarrollo.
Qué bueno, y a la vez, qué admirable que estos jóvenes se identifiquen con estos valores antes de arrancar sus carreras profesionales y que se enriquezcan y se fortalezcan entre ellos, en un medioambiente global y de fuertes identidades.
Lo más apreciable dentro del conjunto, fue poder observar que todos son cómplices y partícipes de un mundo global, orgullosos y a la vez seguros de su especificidad particular. Todos contribuyeron a un objetivo común partiendo de su propia realidad. Ahora bien, un proyecto de tal magnitud no puede existir sin creer en esta fuerza de la juventud portadora y relevo principal de nuestras metas y objetivos frente a las exigencias y a los desafíos del siglo XXI.
Frente a tales metas hay un equipo que cree en lo que está haciendo y que sabe por qué lo hace, sólo con tal dinámica de acierto y de acción se alcanzan los objetivos y las metas.
Omar de la Cruz, director de este programa de Funglode, desde su unidad del Instituto Global de Multimedia, ha hecho posible que dichos estudiantes tengan el amparo de directores renombrados como el señor Irving Vicent, director del New York University´s Opportunity Programs, de vastísima experiencia y a su vez, padre del famoso actor Vin Diesel, muy conocido por sus filmes, pero también, por sus innumerables visitas a Santo Domingo, quien justamente en una de sus visitas al presidente Leonel Fernández, se hizo cómplice y motor de la creación de la industria cinematográfica en República Dominicana.
El señor Vicent está fascinado con la materia prima encontrada en República Dominicana y en Haití y en sus palabras se sentía una auténtica emoción por los resultados alcanzados este año por este grupo de casi 48 jóvenes cineastas.
El viernes 25 de junio en el Club Mauricio Báez, fecha de la primera graduación de los egresados del proyecto, nos encontramos con un auténtico manifiesto por un cine de la paz y del desarrollo en un mundo Global.
Creemos con convicción y esperanza que de este esfuerzo nacerá un cine inteligente y consciente para el futuro haciendo eco de vida a los sueños de Arturo Rodríguez y Silvano Lora, ambos fallecidos, muy lamentablemente, ya que estas dos personalidades fueron los mentores y guías del Festival Internacional de Cine y de la Muestra de Cine de República Dominicana.
Aportó mucho brillo al evento, la presencia del cineasta haitiano radicado en París, Raoul Peck, quien dirige en Francia la FEMIS (Escuela Pública de Cine Francés), ofreciendo un carácter profesional e internacional por sus puentes de desarrollo posibles con Europa y con más precisión con Francia.
Raoul Peck es probablemente en la actualidad uno de los cineastas más considerados y respetados, tanto en Europa como en África y en Estados Unidos de Norteamérica. Director-creador del film Lumumba, historia biográfica sobre la vida de Patricio Lumumba, que a finales de los años 80, ganará innumerables premios en festivales de cine europeo.
Peck expresó tener la mejor y mayor disposición e intención para colaborar con los jóvenes talentos dominicanos dispuestos a trabajar por un cine que defienda y promueva la identidad dominicana en su compromiso con la paz y la ciudadanía.
En este encuentro expresó todo su agradecimiento a la sociedad dominicana por acompañar a Haití en su futuro desarrollo.
Recordó con mucha emoción a dominicanos como al cineasta Agliberto Meléndez, a quién confesó tenerle una gran admiración desde hacia varios años, y recordó todo el esfuerzo que el autor de la premiada internacional película Pasaje de Ida, la cual ganó premios de importancia en el extranjero.
También, evocó su gran amistad con Silvano Lora, al punto de que él mismo le ofreció mucho apoyo para poder terminar en República Dominicana, una de su películas L´homme sur les quais… pues frente al golpe de Cédras, expresidentes haitiano, derrocado en el año1992, se vio en la necesidad de interrumpir su rodaje en Haití, replegándose así en República Dominicana, donde pudo concluir.
L´Homme sur les Quais, marca una etapa fundamental en la historia cinematográfica de Peck, pues intensifica su sentido del compromiso frente al exilio impuesto por las dictaduras. Por estas circunstancias, repetimos que tuvo que terminarla en los muelles de San Pedro de Macorís. Lucha recompensada por la obtención de la Medaille d Ór del Festival de Cannes de 1993. Con este ejemplo de su propia carrera, Peck declaró que sabía que existía en República Dominicana una cultura de paz y de solidaridad con Haití, manifestada desde hace varias décadas por sus artistas e intelectuales.
Entendemos, abiertamente y con claridad que los grandes proyectos se dan y avanzan cuando la voluntad política se nutre y se enriquece de los valores profesionales, y de la experiencia de la creatividad.
El futuro del cine dominicano, con el concierto de estas dinámicas parece girar por el buen riel