De señal a señal
Exposición en el país de Dandarov

<STRONG>De señal a señal<BR></STRONG>Exposición en el país de Dandarov

Muchos dominicanos han tenido la oportunidad de conocer la obra de Dandarov, artista plástico contemporáneo de Macedonia, quien llegó a República Dominicana por primera vez en el año 1999, gracias a gestiones de doña Leonora González, antigua propietaria de la recocida Galería Boinayel, ubicada en el sector de Gazcue, lamentablemente desaparecida, pero cuyos frutos todavía hoy disfrutamos-, y quien posteriormente se fue a la ciudad de Nueva York, donde continuó trabajando como coleccionista, galerista y marchant d´art. Es a través de la señora  González, que la Galería Fundación Nouveau, presidida por el también galerista, Porfirio Herrera (d), y por la Galería de la Fundación Altos de Chavón, que expone en la ciudad de Santo Domingo, en los años 1999-2000.

Desde el 4 de diciembre en curso, y a su regreso después de 10 años de continuar radicado en la ciudad de Nueva York, Dandarov expone en la Galería District and Co. una muestra de excepcional contenido plástico y visual.

Expresamos que es una muestra excepcional, pues recientemente tuvimos la oportunidad de visitar a este artista en su taller, y observamos que es un extraordinario dibujante y pintor, de alta formación académica y técnica.

Recordamos que hace diez años, este artista marcó un asombro en la República Dominicana por sus retratos que responden a una factura clásica, realista, digna de los mayores retratistas españoles y flamencos del siglo XVI y XVII. En estos trabajos no se puede obviar que Dandarov viene de una tierra sacra del retrato. No es posible interpretar ni leer sus cuadros sin la referencia formal al arte religioso de los íconos de la Edad Media y del Renacimiento, que se desarrollaron y continúan desarrollándose en los países del catolicismo ortodoxo, como lo son Bulgaria y Macedonia.

Parece que este artista aprendió a pintar en los talleres de los monjes popes de las montañas de Macedonia, en pleno invierno, recibiendo la luz interior del fuego de chimeneas. Sus colores más alterados están filtrados por los contrastes de una llama. En sus retratos, este artista demuestra un extraordinario manejo del dibujo y del pincel.

Personalidades de la sociedad dominicana, tienen en sus colecciones obras de este artista representándoles, con el clasicismo y el realismo contemporáneo entrecruzados. Este talento guardado y secreteado por el mismo Dandarov responde a su formación en la Escuela de las Artes Aplicadas de Skopje, Macedonia, y de la Academia de Arte de Chicago.

Cabe destacar, que como todo artista, el temperamento y la psiquis intervienen en la obra, porque la obra es la expresión más intima del ser.

Dandarov vive a sueño abierto, un sueño que navega por pasadizos de pesadillas, por mundos oscuros, en los que siempre triunfa el sarcasmo y el humor. Su mundo se mueve entre el día y la noche, la risa y el llanto…

Estos son extremos marcados por su propia historia enfrentada siempre al humor que sabe manejar con inteligencia.

Sus personajes parecen ser sacados de un ícono, de un relato odìseaco, o de un cuadro de Brueghel. El conjunto de la obra nos ofrece un ambiente de fantasía con un manejo del trazo y del color que nos llevan a evocar a los maestros expresionistas alemanes.

El expresionismo de Dandarov, no deja de lado una figuración desproporcionada y burlesca, en definitiva, muchos de sus personajes parecen también ser extraídos de La Divina Comedia de Dante.

La relación de la figuración con corte de expresión fantástica nos ha sido regalada o donada por el maestro Goya en los Desastres de la Guerra, y dejó unas huellas tan profundas, que es difícil encontrar en la pintura moderna y postmoderna tanta genialidad de expresión; sin embargo, esa dicotomía entre el día y la noche, el asombro y el silencio quedan como señales que los artistas siguen manejando, pues, ni la risa ni el sarcasmo, ni el dolor y la gloria han desaparecido de la humanidad.

Entonces, aparece Dandarov quien ha heredado en su educación de una formación primaria y secundaria, conducida por los valores sociales de la Yugoslavia de Tito, quien demuestra que ha sufrido también de la descomposición y ruptura del socialismo, hasta encontrarse hoy, frente a la reconstrucción de Macedonia.Hablamos de acontecimientos que no pueden ser ajenos al artista, quien lleva también en sus sueños o pesadillas las secuelas de las guerras fratricidas que han sacudidas y heridas tanto a Macedonia como a Albania y a Croacia.Definitivamente, el horror está vencido por el sarcasmo burlesco y nos parece que es a través de este recurso que el artista resguarda la vida y la obra. Tiene un ojo profundo clavado en una observación sin complacencia crítica a la sociedad de consumo  y  a las  reglas  impuestas  por  una  burguesía  anulada  en  su pensamiento  por lo político y por  lo correcto.

La  obra  de  Dandarov   tiene  la  fuerza crítica de los excesos y de los  abusos,  de lo  que  en  muchos  casos  hemos  llamado civilización, y no se trataba  ni  más  ni  menos  que de  barbarie.

Este artista  ha  cruzado   y  entrecruzado varias  etapas  de la  sociedad  occidental, en  su tierra nativa de Macedonia, en la que convivieron y siguen  conviviendo sus habitantes de  espaldas  al  feudalismo  y al renacimiento , el  clasicismo  burgués  y a el  socialismo  con  rostro humano.

No  nos  puede  sorprender, el ver  en esta obra querubines felices, monstruos  endiablados, divas decadentes,  monjes  perversos, artistas e intelectuales  sarcásticos  y   frustrados, frente  a un  artista  que  se divierte  amargamente  frente  al caos  y al  desorden  sin metas.

El  exceso  gráfico responde  a  ese  derrumbe  de un  sistema de valores   que poco a poco, pierde el orden,  sin perder el  sentido de la vida y de lo humano.

En síntesis

El alquimista

Dandarov, con  su temperamento  de “alquimista  balkánico”, no  quiere  caer en la trampa de la ilusión y opta  por la fantasía… con  una  extraordinaria  paleta de maestro  que  conoce  su  oficio  de pintor  y dibujante, y  que  además, desde hace más de  20 años  ha presenciado  todas  las  perestroikas rusas y  americanas, occidentales  y  orientales,  lo que le permite ejercer   el  arte  con  lucidez , madurez,  y fantasía .

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