De Sobrevela

De Sobrevela

[b]Señor director:[/b]

Leí con sorpresa en la edición de HOY del pasado día 23 de este mes, que se me incluye con un grupo de buenos amigos periodistas haber participado en un encuentro de apoyo político o equipo de promoción al presidente Hipólito Mejía. Mi sorpresa fue mayor porque no tenía conocimientos de ese supuesto encuentro político y mucho menos haber participado en el mismo, por lo que quiero dejar aclarado lo afirmado en la columna «El Palacio». No entiendo cómo el autor de la misma la escribió a pocos metros donde compartimos redacción, sin antes haber consultado directamente la veracidad de la información.

Sin embargo debo manifestarle que de haber sido cierta la invitación, habría asistido con mucho gusto. Y lo haría con agrado, especialmente en estos momentos cuando el presidente Hipólito Mejía está concluyendo su mandato. Yo sé que algunos colegas ven más apetecible acercarse al presidente entrante que al saliente, y aspiran a ser más graciosos con los mandatarios cuando inician su período constitucional.

Como ciudadano con todos los derechos legales y morales adquiridos con trabajo y honradez, tengo mis preferencias políticas, pero no partidistas. Mis acciones en lo personal y profesional han estado a la luz del día y no tengo nada de que arrepentirme y ningún funcionario me ha reclamado favores recibidos. He sido favorecido con algunas peticiones solicitadas personalmente durante otros gobiernos, pero todo claramente establecido y dentro del marco de la ley. No soy muy dado a utilizar mi profesión para solicitar lo que me corresponden como ciudadano, y siempre escribo lo que pienso, no lo que otros me informan.

Atentamente,

Vicente Sobrevela

[b]La cruz de Manzanillo[/b]

[b]Señor director:[/b]

Cada cuatro años cuando se produce el cambio de gobierno en la República Dominicana, los politiqueros se disputan los cargos de la administración pública, cada cual buscando la forma deshonrosa de enriquecerse con los bienes del pueblo.

Los puestos más codiciados en la administración pública son: la Dirección de Aduana, Obras Públicas y el Consulado de New York, lógicamente entre otros. Sin embargo en la región noroeste hay una posición la cual es cedida por los gobiernos a personas de su confianza, me refiero al proyecto Guineero la Cruz de Manzanillo, ubicado en el poblado que lleva el mismo nombre.

En la presente gestión del Partido Revolucionario Dominicano han sido designado tres Administradores del proyecto, al parecer para que resuelvan sus problemas económicos. En la pasada campaña electoral, la Dirección General del Instituto Agrario Dominicano (IAD) repartió gran parte de la tierra del Proyecto Agrícola, como una forma de comprar perredeistas adheridos a otras tendencias paralelas al PPH.

El soborno a los perredeístas que no estaban definidos con Hipólito traspasó frontera y llegó a los Estados Unidos, específicamente a New York y New Jersey, donde algunos de los beneficiados con la repartición de parcelas, las estaban vendiendo, debido a que no conocen nada de agricultura.

A partir del 16 de agosto, el presidente Leonel Fernández deberá abrir una exhaustiva investigación en torno a la repartición de la tierra del proyecto de Manzanillo, incluso después del triunfo del PLD, los perredeistas siguieron con el despilfarro de los terrenos.

En la actualidad el proyecto la Cruz de Manzanillo está bajo la administración del agrónomo Alberto Núñez, hombre de confianza de Hipólito Mejía y quien será la persona más indicada para rendir cuenta sobre el pillaje que se ha cometido en el referido proyecto.

No podemos permitir que las personas que administran el estado dominicano hagan del mismo un negocio de su propiedad y al final de su período de gobiernos quieran cargar con el santo y la limosna.

Es innegable, en el actual período de gobierno los problemas económicos, sociales, morales, de sobrevivencia del pueblo, se empeoraron extraordinariamente en la patria de Duarte, por lo que urge sentar un precedente en contra de quienes en el corto período de cuatro años se enriquecieron con el dinero del pueblo.

Es necesario y urgente la vigencia de un poder político-social diferente, de instituciones estatales mucho más democráticas y donde el presidente electo, doctor Leonel Fernández junto a su equipo de gobierno, sean capaces de iniciar un camino de superación a la crisis económica, social, política y moral que afecta a la sociedad dominicana.

Reitero hay que sentar un precedente con los funcionarios corruptos, no queremos más borrón y cuenta nueva.

Atentamente,

Angel Berto Almonte

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