De tautologías y oscuridad en la redacción

De tautologías y oscuridad en la redacción

En la presentación de hechos y de las ideas que exponemos al momento de ofrecer relatos, exponer conceptos, enfrentar argumentaciones etc., debemos estar claros en cuanto a la elaboración de cada segmento constitutivo de la oferta y con el enlace de los elementos léxicos para lograr la calidad y la pertinencia de contenidos, que no adolezcan de ambigüedades trastornadoras de interpretaciones que renieguen de los efectos deseados.
Algún descuido o desconcierto en el manejo de los componentes del discurso o de las estructuras y formulaciones sintácticas, aunque sean simples o aparenten serlos, distraen o alejen al perceptor o perceptora. Caso sencillo, en un matutino de fecha reciente se recoge:
“Cargando ataúdes con los nombres de las instituciones que sepultarían de manera simbólica /mente/, los manifestantes”…
El sufijo /mente/ que coloquemos a un adjetivo: amorosa–mente, tranquila–mente, inefable–mente, convierte a amorosa, tranquila, inefable, formantes terminados en /a/, femeninos, o en /e/, terminación indiferente al género, al adjetivo a otra función gramatical: adverbio.
Enlazados así, equivalen entonces a la función de adverbios de modo, solo modificables en principio, por otro adverbio:
Reaccionó muy indiferentemente
(adv. de cantidad) (adv. de modo)
Sucede que en la expresión empleada en el reporte se afirma que “se-pultarían de /manera/ simbólica/mente”/, hay una suerte de tautología multilexicalentre /manera/ y la partícula /mente/, final del compuesto /simbólicamente/. Por lo tanto, se debió escribir:
a) De manera simbólica = sustantivo manera + adjetivo simbólico; o
b) Solo decir: sepultarían simbólicamente…
Ya que al verbo /sepultarían/ le bastaba como complemento adverbial /simbólicamente/. “Con eso tengo bastante”, según sentenció Rafael de León, poeta español del siglo pasado, en su popular creación titulada “Profecías”, y no lo dijo por razones ni en términos gramaticales, sino por realizaciones poéticas.
A cada paso hay que poner cuidado, saber dónde va a introducir una complementación o a colocar una simple pero oportuna inflexión, para con ellas evitar desviaciones o afectar el texto con duplicidades de sentido. Veamos:
“Oficiales de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) apresaron a una enfermera que brindó asistencia a D, quien está detenida en el destacamento tal…”.
Pero viene a ser que D., cuyo nombre la crónica menciona varias veces, es la persona ya fallecida en un caso de “cirugía plástica”, y, por lo tanto, no puede ser detenida ni apresada, porque reposa en el cementerio, salvo investigaciones de funcionarios de esta rama, que hagan al cadáver.
En realidad, el nombre de la enfermera apresada no se le menciona en todo el reporte. Tampoco se explica diligencia alguna para obtenerlo.
Empleado a fondo, el reporte debió escribirse, en ese punto, más o menos así:
Oficiales de Dicrim “apresaron a una enfermera que brindaba asistencia a D. La enfermera está detenida en el destacamento Felicidad de Los Mina.
Un pie de foto, en otro diario:
Antetítulo Feminicidio
La pareja. En esta imagen, CC de 34 años, y su esposo, XXX, de 45, quien fue encontrada muerta en la bañera de su casa, en… ¿A quién o cuál se le encontró muerto o muerta? ¿A ella o a él?

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