El próximo 16 de agosto, cuando Danilo Medina se juramente por segunda ocasión como presidente Constitucional de la República, se cumplirán 20 años de la llegada del Partido de la Liberación Dominicana al poder, un acontecimiento que no puede pasar desapercibido en nuestra historia política.

En el año 1996, una organización con apenas 23 años de existencia, de raíces marxistas, accede por primera vez a la magistratura del Estado. Fruto de un acuerdo entre liberales y conservadores, similar al que dio origen a nuestra independencia en 1844.

El liderazgo del partido, sustentado en la tríada de Leonel Fernández -a la sazón presidente de la República- Danilo Medina y Temístocles Montas, se propuso entre sus aspiraciones sustituir los pisos de tierra -que empolvaban y enlodaban los hogares de las familias dominicanas- por pisos de cemento. Y reemplazar las tinajas (recipiente presente en más de la mitad de los hogares que servía para acumular el agua de tomar) por neveras que, en ese momento era un indicador de progreso y modernidad.

Hoy, según el Ministro de Economía Planificación y Desarrollo, el 85% de los hogares en nuestro país tienen neveras, el 92% de la población posee televisores y el 95% atesora lavadoras automáticas. República Dominicana lidera el crecimiento económico de la región y -exceptuando Panamá- es el principal destino de inversión extranjera y receptor de turistas de la región del Caribe.

Estos son signos que evidencian una verdad irrefutable: en los gobiernos del PLD nuestro país ha avanzado. Ahora bien, tampoco se pueden ignorar las deficiencias y los desafíos pendientes.

El presidente Danilo Medina -parafraseando a Barack Obama- es consciente de que «no ha venido para debatir el pasado, sino para lidiar con el futuro”. A pesar de los logros que puede mostrar el PLD en los últimos 20 años, en la era de la información y la comunicación, no es suficiente reducción de la pobreza e incremento de la clase media.

Por eso propone, acorde con los nuevos tiempos, una iniciativa innovadora: “República Digital”. Esta propuesta procura utilizar las nuevas tecnologías para mejorar la calidad de la educación, estrechar la distancia entre las instituciones y la ciudadanía, incrementar el acceso a internet de un 23.6% en la actualidad, a un 70% en los próximos cuatro años y dotar a los maestros y estudiantes de una computadora.

Vinculando la educación, la ciencia y las nuevas tecnologías podremos insertarnos en la economía del conocimiento y hacer de República Dominicana de cara a los próximos 20 años, un país exportador de productos de alta tecnología.