De trabajos forzados

De trabajos forzados

El Archivo General de la Nación ha publicado un libro del historiador cubano Sergio Guerra Vilaboy, titulado “Nueva historia mínima de América Latina”. Es un volumen de 740 páginas que abarca la historia de todos los pueblos americanos, desde la época precolombina, el descubrimiento del Nuevo Mundo y la colonización europea, hasta las luchas independentistas y el comienzo de los “movimientos sociales y nacionalistas”. La última parte del libro está dedicada a “la globalización neoliberal” y a “la revolución bolivariana” en la Venezuela de nuestros días. Unas pocas páginas tratan de la independencia de la República Dominicana y de su “conexión” con Haití.

Reproduciré algunos párrafos del catedrático cubano que me parece podrían ser útiles en la actualidad. “A este proceso de desmembración de las grandes unidades estatales latinoamericanas en la época independentista pudiera agregarse el caso singular de la isla Española, resultado de un proceso histórico bien diferente de los anteriores. La antigua parte española de la isla había sido anexada “manu militari” al Estado haitiano el 8 de febrero de 1822 por el -Presidente Jean Pierre Boyer, sucesor de Alexandre Petion- muerto en 1818. Con anterioridad Boyer también había conseguido reincorporar la zona Norte de Haití, separada por Henri Christophe después del asesinato de Dessalines y convertida en un efímero estado monárquico (1811-1820)”.

Guerra Vilaboy explica que Boyer acordó pagar a Francia 150 millones de francos… “buscando el reconocimiento a la independencia”. Y comenta: “Lejos de paliar la crisis, el acuerdo con los franceses la agravó. La economía haitiana siguió deprimida mientras se implantaban gravosos impuestos y un draconiano código rural (1826) que restableció el trabajo forzado de los campesinos en las plantaciones”. Vale la pena añadir que los dominicanos invadidos, tuvieron que pagar esos impuestos para “reparar” a Francia daños que ellos no habían producido.

Quiere decir que la abolición de la esclavitud quedó “sin efectos” prácticos al restaurar “el trabajo forzado”. Los dominicanos tenían, pues, dos motivos poderosos para rechazar la “dominación haitiana”: el trabajo forzado y el pago de impuestos. El historiador cubano afirma que los dominicanos resistieron numerosas invasiones haitianas enviadas por Faustin Soulouque, quien gobernó en Haití desde 1847 hasta 1860, “periodo en el que llegó a restablecer la monarquía”.

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