De una cumbre efectiva a una intangible

De una cumbre efectiva a una intangible

Días atrás se realizaron dos cumbres presidenciales casi paralelas. Una, en RD, fue exitosa, la otra, desde Washington, quedó en el aire y una conclusión se postergó para el próximo año, si acaso. Aquí, los presidentes de Costa Rica, Panamá y RD hablaron de cosas concretas para incentivar las relaciones comerciales e impulsar la economía con apoyo de empresarios. Firmaron un documento de 12 puntos comprometiéndose con la democracia y el respeto a los derechos humanos en sus países.

No dieron cátedra ni condenaron a nadie y, solo por razones de solidaridad, reclamaron al mundo apoyo para Haití aunque si criticaron a Nicaragua. La cumbre se orientó a buscar soluciones para sus naciones y por ello hubo acuerdos y declaración final.

En Washington Joe Biden clausuró “su” cumbre como si no se hubiera realizado a pesar de su lista especial de invitados. Según la Agencia Francesa de Prensa –AFP- se cerró con “muchas buenas palabras y pocos hechos”. Se necesitará otro encuentro a ver qué pasa. Esta cumbre quedó como simple ensayo; excepto Biden, su entorno e incondicionales nadie esperaba mucho más. Demasiado evidente lo maliciosamente concebida y peor enfocada; imposible encontrar consenso.

También en esta se invitaron empresarios pero para dar lecciones a los “cursantes” sobre lo que deben / tienen que hacer en sus países. El presidente anfitrión anunció que pediría una partida de 424 millones de dólares para financiar organizaciones al interior de los países para acomodarlos convenientemente. Esencia del ingerencismo histórico.
Pensando solo en el teatro, se invitó agresiva y provocativamente, a la isla china de Taiwán sin percatarse que prácticamente el 100% de los presentes, y ni él mismo, la reconocen como país, lo que no es.

En el colmo de la contradicción, coincidiendo con la cumbre, el Gobierno anfitrión, en un reiterado alarde de autocracia, como juez y parte, anunció nuevas sanciones a países e individuos selectivos. Aunque la ONU ha señalado a violadores de derechos humanos en ciertos países esos disfrutan de la benevolencia e indulgencia del tribunal de Washington por tratarse de países amigos.

La ONU cuenta con foros adecuados para abordar con sus 194 miembros cualquier problema pero se la elude porque temen que fortalecer el multilateralismo entorpezca la aspiración, ineludiblemente fallida, de constituir un centro hegemónico. La democracia implica tolerancia con lo diverso y no puede llevar a la exclusión y evitar la participación. Lo contrario, dígase lo que se diga, es vocación autocrática.

La cumbre entre presidentes RD, Panamá y Costa Rica fue exitosa

En Washington Biden clausuró “su” cumbre como si no se hubiera realizado

Según la AFP, se cerró con “muchas buenas palabras y pocos hechos”

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