La atención del país estuvo concentrada en la campaña electoral y las votaciones del domingo. Muchas personas, como legisladores y funcionarios municipales, por ejemplo, abandonaron sus obligaciones con el Estado para ir a impulsar las candidaturas de sus partidos.

Las escuelas públicas y muchos colegios privados  estuvieron a la disposición de la Junta Central Electoral para que funcionaran como centros de votación. Los ministerios de Educación y Trabajo advirtieron que el lunes habría docencia y que era día laborable, pero no hubo clases y la asistencia de empleados a las instituciones oficiales se vio bastante reducida.

Como los dominicanos hemos logrado espantar a los fantasmas del fraude electoral y hemos dejado a un lado los temores, las elecciones transcurrieron con pocos incidentes y los resultados han sido tan transparentes que no parece haber lugar a las tediosas reclamaciones de otros tiempos. Así las cosas, el personal de la administración pública y los estudiantes deben reintegrarse a sus respectivas labores con toda normalidad.

El grado de civismo y los avances del sistema democrático nos han ido permitiendo un desempeño sin traumas en los procesos electorales. En esta virtud, todos debemos retomar el curso normal de nuestras obligaciones.

La causa del 4% sale ganando

Cualquiera que hubiera sido el resultado de las votaciones del domingo, sin importar a quién favorecieran, la campaña por la inversión de un 4% del PIB en educación resulta fortalecida y gananciosa. Impulsar ese nivel de inversión pública para mejorar la enseñanza fue parte de un compromiso suscrito por los candidatos, aparte de que forma parte de la Estrategia Nacional de Desarrollo, que deberá ser impulsada por el nuevo Gobierno.

La demanda de un 4% del PIB para educación ha sido una de las causas sociales más persistentes y respaldadas. Ni cortas ni perezosas, las organizaciones firmantes del Compromiso Político y Social por la Educación han empezado a recordar los puntos a que se comprometieron los candidatos durante la campaña electoral. La mejora de la educación por medio de una inversión adecuada y suficiente se perfila como causa gananciosa en las elecciones.