Estamos en una época en que se usa de todo sin el mayor rubor, porque para una gran mayoría lo importante es estar actualizado, apelando a una moda que se reinventa continuamente, nutriéndose de elementos que resultan prácticos y sobre todo atractivos.
Un ejemplo de esa visión moderna de interpretar y aceptar la moda es el uso del sombrero con que solíamos identificar a los vaqueros del siglo XIX, época de expansión de la frontera estadounidense más conocida como el salvaje oeste o el viejo oeste.
Originalmente se diseñó para un hombre que realizaba trabajo rudo bajo el sol, y requería un complemento que le permitiera realizar su labor de manera más cómoda. Pero, aunque todavía puede tener un uso similar, dependiendo de los materiales utilizados en su elaboración, este estilo puede realzar determinadas prendas de vestir actuales sin restarle elegancia al hombre.
Ahora entra en la moda urbana en los acostumbrados colores negro, blanco, hueso y marrón confeccionados con los tradicionales materiales como el fieltro, cuero y paja que le dan ese toque tan especial.
La fiebre del uso de sombrero ha contagiado también a las mujeres que los lucen con elegancia.
La semana pasada resaltamos el boom de los cuadros, por lo que los invitamos, sin distinción de género, a entrar en la fiebre de la vaquerada y lucir un elegante sombrero como lo expuestos en este trabajo, que pueden localizar en Anthonys de Plaza Central.
Las claves
1. Detalles
El sombrero vaquero puede llevar adorno o no, pero regularmente para darle una mayor connotación y elegancia se le agregan plumas, cintas y cintillos en piel o en telas
2. Cuero, paja…
Aunque generalmente el sombrero vaquero puede estar elaborado en piel, con frecuencia se exhibe también en paja y fieltro y se ven hermosisímos con la prenda de preferida de quien lo lleva.