Madrid.- Ryan Reynolds y Hugh Jackman disfrutan una amistad «genuina y real» que han trasladado a ‘Deadpool & Wolverine ‘, la nueva película de Marvel: «No quiero sonar demasiado cursi o emocional, pero realmente sentimos que nos queríamos», confesó Reynolds.
El canadiense Reynolds (47 años) contó desde Londres en una rueda de prensa de presentación del filme que se pudo seguir a distancia que siente que la confianza y la amistad entre ambos actores se percibe en la ficción.
La nueva entrega de las aventuras del antihéroe bocazas de Marvel, esta vez junto al «sagrado» Wolverine, llegará a las pantallas de América Latina el día 25 (el 26 en Estados Unidos).
El australiano Hugh Jackman (55 años) explicó que tenía claro que no quería volver a interpretar a Wolverine cuando lo dijo en 2016 tras presentar ‘Logan’. Pero «tres días después vi la primera de ‘Deadpool’ y a los quince minutos pensé que quizá no debería haberlo hecho», confesó sobre aquella renuncia inicial.
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A su juicio, el guion que firma el propio Reynolds junto al director Shawn Levy y Rhett Reese está escrito «para un Wolverine que nadie había visto. Hay un monólogo que incluye más palabras que las que había usado en alguna película entera anterior» de este personaje, afirmó Jackman, que fue quien llamó en 2022 al canadiense para decirle que quería hacer esta película con él.
Los antihéroes de la saga Marvel interesan, a juicio de Reynolds, porque cuando los espectadores ven un superhéroe también «quieren ver su humanidad» y lo falibles que son. «Encuentro más interesante a Clark Kent que a Supermán», dijo el artista, que confesó también que le encantaría ser Deadpool y «tener ese tipo de libertad que él tiene» para decir las cosas sin miedo.
Jackman no ahorró halagos para el canadiense, cuya forma gestual de actuar ha comparado con gigantes del cine mudo como Buster Keaton y Charlie Chaplin, entre otras cosas por el modo en el que es capaz de interpretar a un personaje enmascarado, bien bajo su traje rojo, bien bajo un espeso maquillaje.
Su amistad personal se inició con la plena admiración del canadiense hacia Jackman en el año 2008, cuando grababan ‘X-Men Origins: Wolverine’: «Nunca había conocido a nadie con ese nivel de integridad. Él era una gran estrella, y al mismo tiempo tenía una consciencia de unidad en ese rodaje, y se sabía el nombre de todo el mundo», confesó Reynolds.
«Recuerdo que pensé que si alguna vez tenía la suerte de estar en su puesto, esperaba al menos haber aprendido una décima parte de sus lecciones», añadió.
El australiano afirmó por su parte: «Quizá sea por mi edad y por el momento de mi vida, pero rodar este personaje con amigos ha sido tan divertido que me he sentido muy estimulado».
Todo el rodaje, explicaron, fue tan especial que «de alguna manera no queríamos que acabase, no queríamos dejar de hacer esta película», afirmó su director. A su juicio, «lo mágico que sucede cuando combinas no solo estos dos personajes, sino también estos dos actores, es (que sale) una película que tiene mucho corazón y mucha emoción».
Además de ser una película de acción, su director adelantó que «llega a lugares conmovedores y, en última instancia, es una película sobre la amistad», con una emoción que «podría ser uno de sus elementos más subversivos», explicó.