Guillermo Caram entiende que en la República Dominicana se debe hacer una economía más balanceada y que para que la nación esté "blindada" económicamente se necesita de la producción.
Resultados comicios Madrid provocan desaparición de grupos “emergentes”
Tremenda lección han legado las elecciones madrileñas del pasado4/M a políticos, analistas y politólogos, que reducen el ejercicio político a cursilerías y autoetiquetados que suponíamos superadas.
Y a la recurrencia a modas y exterioridades de corte populista creyendo que ello bastaría para conquistar y/o retener simpatías.
Parecería que predominó más la “reseca historia que…abraza” y/o la “negra pena que…amenaza” a la “España camisa blanca” que canta Ana Belén.
Aún sin corbatas y con coleta, el auto-subrogado izquierdismo español sufrió debacles en unas elecciones autonómicas extremadamente concurridas: el PSOE gobernante con dirigentes sin corbatas, desplazado al tercer lugar y PODEMOS, con coleta, relegado al último lugar.
Los resultados han provocado la desaparición de grupos “emergentes” que esperanzaron la transformación de la política española: CIUDADANOS, movimiento emanado de la sociedad civil, se extingue.
Y se retira quien monopolizara las protestas de los indignados.
Esperaba, dentro del talante política europeo y ante la contundente debacle del partido gobernante, la renuncia del Gobierno. Pero “descorbatados” del PSOE la han minimizado y aplican el desentendimiento practicado para alcanzar y retener el poder.
Ni camisas blancas sin corbatas, ni coleta, pudieron encubrir la pésima administración “izquierdista” del PSOE. La sanitaria, ha dejado mucho que desear: mortalidad de 1,656 por millón y vacunación inferior al 20% de su población a 6 meses de iniciada. Y la económica: 3.7 millones de desempleados, 16%; cuando su PIB ocupa puesto 14 del mundo; existiendo naciones con PIB inferior y menos desempleo.
Las políticas del PSOE apuntan a ahondar, con más impuestos, la historia reseca y las negras penas de un populismo generador de déficits y endeudamiento que ya supera el 120%/PBI.
Debemos aprender esta lección española: no bastan etiquetas populistas ni exterioridades ligeras para mantener simpatías que determinen o no permanencia o continuación de un Gobierno.
No bastó usar camisa blanca sin corbata o dejarse coletas. No bastó pretender descalificar oponentes con epítetos derechistas.
No basta una continua presencia mediática para cacarear precarias realizaciones ni publicitar anuncios futuros vanamente esperanzadores al no estar sustentadas en ejecutorias. Ni hacer propaganda que terminan rindiendo culto a la personalidad de ejecutivos.
Como no bastará seguir anunciando y dando primeros picazos o paladas de proyectos con una inversión pública cayendo 70% con relación al 2020. Ni cortar cintas de proyectos privados de debatible repercusión social.
Mucho menos una reforma fiscal a la colombiana, reducida a imponer nuevos tributos.
Lo imperativo para evitar debacles de popularidad y electorales, es abandonar gobernar sustentados en ligerezas mediáticas.
Sino gobernar procurando mayores resultados socioeconómicos hasta mejor satisfacer las necesidades fundamentales de nuestra población.