POR LEONORA RAMÍREZ S.
Un medio de comunicación que se dedique a monitorear a sus iguales corre el riesgo de que se le perciba como crítico interesado, con tal de afianzar su posición en el mercado, consideró el periodista norteamericano Dennis Smith, quien durante una video-conferencia presentada en el Centro Franklyn analizó la importancia de los observatorios de medios de comunicación.

Los periódicos y revistas que evalúan a los  otros medios tienen que establecer su credibilidad, y esta debe sustentarse en la mesura y en la seriedad de los análisis, expresó, al resaltar que habría que determinar los niveles de independencia de los observadores y si se merecen la confianza del público.

El observatorio de medios de comunicación es una herramienta, usada también por la sociedad civil, que permite fiscalizar las informaciones mediante análisis de contenido.

En Latinoamérica surgieron en la década de 1990, y siguen vigentes en Colombia, Brasil, México, Argentina, Chile, Perú, entre otros países.

Smith manifestó que a través de la figura del editor público también se puede realizar el referido monitoreo, el cual consiste en evaluar la cobertura que da un medio  a las informaciones a las que da seguimiento.

El experto, que estuvo en el país en la década de 1980 con la finalidad de hacer un monitoreo sobre el manejo del tema haitiano en la prensa local, expresó que muchas entidades de la sociedad civil evalúan a los medios para tratar de incidir en sus contenidos.

«En un mundo globalizado los sectores sociales minoritarios y marginados han reconocido la capacidad de los medios de influir en la agenda pública, de hacer visible o invisible estos sectores y sus reivindicaciones.

«Se supone que observatorios de medios buscan fiscalizar a las empresas periodísticas pero no siempre es así, porque en un sistema en que la noticia se ha convertido también en mercancía, los medios tienen que cultivar la confianza de su público de otra manera».

CORRUPCION

Durante la video-conferencia interactiva también se tocó el tema de la corrupción en los medios de comunicación, sobre lo cual Smith expresó que esa realidad no es exclusiva de los países latinoamericanos sino que han ocurrido casos dramáticos en medios  prestigiosos de Estados Unidos.

«Los medios tienen que tomar en serio el problema mediante la fiscalización, pero también deben propiciar la profesionalización para que el periodista amplíe su perspectiva del mundo y coloque la noticia en una dimensión más amplia.

«Yo tengo amigos en Guatemala (donde reside Smith) que no pueden vivir con el salario que ganan y por eso trabajan en otros medios, o como agregados de prensa en otras entidades, por lo que automáticamente crean una situación de lucha de intereses».

MUJERES MARGINADAS

Para explicar el tipo de datos que se pueden obtener cuando se analiza la política informativa de los medios, Smith puso como ejemplo el Proyecto de Monitoreo Global de los Medios 2005, el cual demostró que los puntos de vista de las mujeres están marginados.

«Las mujeres son el 52% de la población del mundo, y sin embargo constituyen solamente el 21% de las  personas que figuran en las noticias, mientras que el 86% de todas las personas que aparecen como voceros en las noticias son hombres, y estos representan el 83% de los expertos».

En el estudio también se resalta, respecto al contenido de las noticias, que es poco probable que las mujeres sean el foco central de una información, pues solamente el 10% de las noticias que ocurren en el mundo tienen a éstas como protagonistas.

Y en ese sentido se estableció que, solamente el 3% de las noticias desafían los estereotipos de género, mientras que el 6% los refuerza.

En cuento a la presencia de las mujeres en las salas de redacción la investigación arrojó estos datos: en los periódicos solamente el 29% de las informaciones son escritas por mujeres, aunque la situación cambia en los medios electrónicos, porque el 57% de las noticias de televisión son presentadas por mujeres.