Para que los medios de comunicación continúen como entes fundamentales en la consolidación de la democracia de las naciones de Latinoamérica existen desafíos que deben ser enfrentados, entre ellos la seguridad de los periodistas, la regulación de normas que no restrinjan la libertad de expresión y mejores condiciones laborales para los periodistas.
Así lo afirmaron ayer funcionarios de organizaciones extranjeras durante un panel sobre la libertad de expresión en América Latina y El Caribe, realizado en el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y al que asistieron personalidades diplomáticas, periodistas, abogados, así como trabajadores de la prensa en general.
En lo que respecta a la seguridad, Edison Lanza, relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), manifestó que es necesario que cuando un periodista sea muerto en cualquier circunstancia las autoridades realicen una investigación exhaustiva, a fin de determinar las causas.
“Ha habido situaciones que periodistas han sido asesinados, y los órganos de investigación determinan que la muerte fue consecuencia de la delincuencia común, cuando en realidad fue porque estaba investigando casos que atentaban contra grandes intereses”, expresó.
Señaló que hay que demandar de los Estados investigar de manera profunda y con todos los rigores de ley, la muerte de cada periodista durante el ejercicio de su profesión.
Guilherme Canela, consejero de comunicación e información de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), dijo que enfrentar debidamente esos retos ayudará a tener medios más libres, independientes y plurales.
Indicó que, en lo que refiere a las legislaciones, la Constitución de los países deben proteger el derecho de los periodistas a proteger y no revelar sus fuentes de informaciones, así como leyes que no penalicen los llamados “delitos de palabra” y que los órganos que las regulen sean independientes.
En opinión de Canela, otro desafío lo constituye la mejora de las condiciones laborales de los periodistas, tanto en lo que respecta al ambiente en el que trabajan como a sus salarios, lo cual contribuiría a preservar la ética periodística.
De su lado, la periodista Silvia Chocarro, exconsultora de la Unesco, resaltó la necesidad de un periodismo que tenga credibilidad ante la sociedad.