Debe esforzarse preparar niños ante los desastres

 Debe esforzarse preparar niños ante los desastres

GINEBRA, (EFE).- América Latina está muy implicada en educar a los niños a convivir con las catástrofes naturales y en hacer más seguros los colegios, pero sus esfuerzos no son suficientes, según el Secretariado de la ONU para la Reducción de Desastres (ISDR).

“Es verdad que se están haciendo cosas en muchos países de América Latina, pero todavía no es suficiente”, dijo a Efe el director del ISDR, Sálvano Briceño, con ocasión del Día Internacional para la Reducción de Desastres.

Briceño considera que la educación y el reforzamiento de los centros escolares deben convertirse en prioridades nacionales porque “son los niños quienes más sufren cuando se produce un desastre en horario escolar y las escuelas no están bien preparadas».

En su opinión, la República Dominicana, Cuba, Jamaica y Barbados son algunos de los países caribeños mejor preparados, mientras que en otros que no lo están, como Haití y Granada, los desastres naturales provocan mayores daños.

En América Central, Costa Rica y Nicaragua son los estados que más hacen para prepararse, al tiempo que otros países, como el Salvador y Honduras, “empiezan ahora y todavía no hacen lo suficiente”, indicó el director del ISDR.

Sin embargo, no sólo hay diferencias entre los distintos países, sino dentro de estos, como sucede en Perú, “que está muy avanzado en algunas regiones, mientras que en otras no lo está tanto y son éstas las que mayores daños sufrieron por el reciente terremoto».

“Como cada país tiene zonas más vulnerables que otras, hay que desarrollar políticas nacionales que cubran todo el territorio, para reducir el riesgo de las amenazas naturales y darle prioridad a las escuelas”, agregó Briceño.

El ISDR presentó hoy los resultados de la campaña “La reducción del riesgo de desastres empieza en la escuela”, que pretendía sensibilizar a los gobiernos y a la población sobre la necesidad de educar a los niños y hacer más seguros los centros educativos.

Los dos años que ha durado la campaña han permitido crear una mayor conciencia sobre la necesidad de preparar a los niños ante eventuales catástrofes y elaborar la guía “Hacia una cultura de prevención- la reducción del riesgo de desastres empieza en el colegio”, con ejemplos concretos.

Sin embargo, la introducción en el plan de estudios de cuestiones vinculadas con la reducción del riesgo de catástrofes y el fortalecimiento de los centros escolares siguen siendo los mayores retos.

“Los niños son uno de los grupos más vulnerables durante los desastres”, afirma Briceño, quien recordó que millones de menores asisten al colegio en áreas amenazadas por terremotos, volcanes, huracanes, sequías, tormentas e inundaciones.

“Demasiados niños mueren porque no saben vivir con desastres o porque asisten a clase en colegios que no son seguros”, lamentó Briceño, para quien “la reducción del riesgo en caso de desastre no tiene precio comparada con la pérdida de un colegio lleno de niños enterrados vivos por un corrimiento de tierras o aplastados si el edificio se colapsa».

Briceño anunció hoy que el próximo bienio trabajarán para reducir las consecuencias de los desastres en los centros sanitarios, “porque mucha gente muere después de éstos por falta de atención médica debido a que el hospital está destruido».

Por su parte, la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) también instó a los gobiernos a aumentar sus esfuerzos en la prevención de catástrofes naturales, fenómenos que cada vez más frecuentes y que cada año afectan a más de 250 millones de personas, un tercio más que hace una década.

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