La oposición está resistida a aceptar los resultados de las municipales del 18/F y denuncian las encuestas que pronostican que en las legislativas y presidenciales del 19/M le puede ir igual o peor.
Dirigentes y voceros, están enviando múltiples señales de que no quieren que les cuenten los votos, para lo que mantienen un discurso incendiario, como le dijo Julissa Céspedes a Rubén Maldonado en CDN.
El candidato a diputado Pedro Jiménez, quien habló en ESDLM de resolver el tema “a balazos”; Peña Guaba, advirtiendo en RCC Media que de no darse las elecciones como ellos entienden, nos exponemos a que cada recinto electoral sea convertido “en un campo de batalla”.
Fernando Ramírez, cercano al candidato Abel Martínez proclama que en las condiciones dictatoriales en que vive el país la oposición no debe asistir a las elecciones.
El mismo expresidente Fernández dijo en NY refiriéndose a los resultados de Gallup, que había sido una estafa, por lo cual dijo que se va a lanzar a las calles.
Todos esos alegatos opositores evidentemente buscan evitar que les cuenten los votos, a lo cual tienen que someterse como parte del juego democrático en el que se gana y se pierde.
Los opositores deben asumir que les será muy difícil articular una estrategia para desacreditar las elecciones legislativas y presidenciales de mayo 19, por el prestigio nacional e internacional ganado por la Junta Central Electoral.
Además, por los avances institucionales de la democracia dominicana y su prestigio internacional, la estabilidad macroeconómica y la gobernabilidad social y política de que disfruta el país.
Vaticiné luego de las municipales y de que siguieran las renuncias del PLD y la FP, que ese litoral estaba regresando al voto duro de un 24% que tuvieron alguna vez cuando se engullía al Partido Reformista y aprovechándose de los recursos estatales creó una enorme clientela política.
En aquellos tiempos hasta Danilo Medina acusó a Leonel Fernández de vencerlo usando al estado.
Es posible que me haya equivocado y que entre los dos partidos caigan a alrededor de un 20%, sin importar que vayan juntos o reburujados.
El problema de ambos es que ya no representan esperanzas para quienes no sean de su núcleo duro, y siguen bajando porque han venido cometiendo errores tras errores, lo cual profundiza la involución en que se encuentran.