Debilidad del sistema judicial dominicano

Debilidad del sistema judicial dominicano

SONIA VARGAS
La justicia es como la serpiente, sólo muerde los descalzos (Monseñor Arnulfo Romero). Esta mordaz frase lo dice todo. En República Dominicana, la justicia es el reflejo del poder, no su límite, y solo quienes forman parte del poder, político o económico, están protegidos de su rigor, mientras que el ciudadano más desposeído que apenas tiene para comer no escapa a la justicia, y siempre es maltratado por ella, viendo afectada su libertad, su propiedad o en el mejor de los casos su valioso tiempo.

En nuestro país hubo un gran avance en la justicia, en los años 1996 hasta principios del 2000, la justicia Dominicana presentó sustanciales adelantos, este período fue rico y fructífero, hubo un gran adecentamiento, en nuestro sistema judicial, que llenó de esperanzas a muchas personas, especialmente los que de una y otra forma la justicia es nuestro diario vivir, estas esperanzas quedaron frustradas.

Desde finales del año 2000 hasta la fecha nuestro sistema judicial ha sufrido un descalabro total. Se ha apoderado de nuestro sistema judicial la ineficiencia, lentitud, y mediocridad.

Burocratización y el poco sentido de discernimiento, entre lo que está bien y lo que está mal, y cada día nuestro sistema judicial más debilitado.

Realmente si queremos en estos momentos reformar algo en esta sociedad es el sistema institucional completo, la esencia del problema está en la confusión que existe entre ley y derecho, se cree que ese mal llamado derecho que es simplemente cualquier cosa que decida y promulgue nuestra autoridad política (dígase poder Ejecutivo).

La autoridad política, que actualmente nos dirige ha convertido nuestra justicia en una fábrica de cambiar normas, cuando quiere y como quiere, haciéndola siempre a su medida, creando una debilidad en la justicia que limita la posibilidad de una verdadera formación y desarrollo, en términos judiciales que limita, la posibilidad de una verdadera formación y desarrollo, en términos judiciales, por eso nuestra justicia es cada vez más vulnerable, de que sirve que se denuncien actos de corrupción a nivel público y privado, si finalmente la débil administración de justicia en el país, deja los implicados en libertad, estos escandalosos acontecimientos que han ocupado las primeras páginas de la noticia, local y extranjera, es motivo de preocupación en nuestra ciudadanía y lo más preocupante en nuestras relaciones internacionales.

Se pone en evidencia la poca preocupación de frenar la corrupción gubernamental, y junto a esto se suma la falta de solidez, que tiene nuestra justicia o lo que hacen justicia para enfrentarla.

Desde el momento que se comienza a pervertir el principio mismo de la justicia para enfrentarla y la función del juez, no hay nada que se pueda resolver.

Hasta que nuestros políticos entiendan, que la justicia, no es un asunto en el cual el estado tiene que intervenir.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas