La universalidad debería ser uno de los soportes más firmes del Sistema Dominicano de Seguridad Social, pero no lo es por la autoexclusión de varias instituciones públicas que, además de debilitar el sistema, viola la ley que lo crea. Si la seguridad social acusa debilidades financieras que limitan el alcance de sus servicios a la población, se debe en gran proporción a esa exclusión injustificable decidida por los poderes Legislativo, Judicial, la Junta Central Electoral y los gobiernos municipales, entre otros.

Se nos ocurre que alguna de las instancias que tiene el país para hacer valer las garantías jurídicas y el respeto de la institucionalidad, debería asumir la revisión de semejante actitud y determinar si el Estado, que ha dictado una ley de alcance nacional, hace bien o mal con tolerar que parte de su estructura institucional se resista a respetar el mandato de esa ley.

La seguridad social es una de las grandes conquistas de la familia dominicana. Como materia de justicia social, sus beneficios deben ser para todos los dominicanos por igual. En esa virtud, los cotizantes del régimen contributivo ayudan a sustentar la asistencia que reciben quienes están afiliados al régimen subsidiado. Las instituciones que se niegan a cotizar para la seguridad social atentan contra los derechos de asistencia social de una parte de la población dominicana.

Que opere Merca Santo Domingo

Merca Santo Domingo debería empezar a funcionar con quienes están dispuestos a instalarse en esa moderna estructura de acopio y abasto de bienes agropecuarios. Y el mercado de la avenida Duarte debería desaparecer ya, porque se ha convertido en foco de contaminación difícil de manejar por su aspecto laberíntico que es resultado de un caprichoso y desordenado crecimiento. La resistencia de muchos comerciantes a integrarse al nuevo mercado no tiene razón de ser.

En muchos países hay mercados centenarios que han conservado sus características de origen por voluntad y cuidado de las autoridades y de quienes se ganan la vida en ellos. El mercado de la Duarte, en cambio, ha perdido sus características de origen. De ahí que es necesario estimular las operaciones de Merca Santo Domingo y trabajar para que se mantenga por mucho tiempo sin perder su esencia de dar servicio.