Decadencia democrática, aquí también

Decadencia democrática, aquí también

Juan Temístocles Montás

La Unidad de Inteligencia de la Revista The Economist (Economist Intelligence Unit) da a conocer cada año una evaluación del estado de la democracia en el mundo en función de su desempeño en cinco categorías: proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del Gobierno, participación política, cultura política y libertades civiles. Esas categorías se evalúan en valores que van de cero a diez.

A partir de esas categorías, se desarrolla un índice que permite ordenar los países en cuatro grupos: democracias plenas, democracias defectuosas regímenes híbridos y regímenes autoritarios.

Sobre esta base, define los grupos de la siguiente manera:

Las democracias plenas, que se caracterizan por el respeto a las libertades políticas básicas y las libertades civiles, y tienden a estar respaldados por una cultura política conducente al florecimiento de la democracia. Asimismo, el funcionamiento del Gobierno es satisfactorio; los medios son independientes y diversos; y existe un sistema eficaz de controles y contrapesos. Además, el Poder Judicial es independiente y las decisiones judiciales se hacen cumplir. El índice de estos países oscila entre 8 y 10.

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Las democracias defectuosas: tienen elecciones libres y justas e, incluso si hay problemas (como violaciones a la libertad de prensa), se respetan las libertades civiles básicas. Sin embargo, existen importantes debilidades en otros aspectos de la democracia, incluidos problemas de gobernanza, una cultura política subdesarrollada y bajos niveles de participación política. El índice de estos países oscila entre 6 y 8.

Los regímenes híbridos, que se caracterizan por presentar importantes irregularidades en las elecciones que, a menudo, impiden que sean libres y justas. La presión del Gobierno sobre los partidos y candidatos de la oposición puede ser común. Las debilidades graves son más frecuentes que en las democracias defectuosas: en la cultura política, el funcionamiento del Gobierno y la participación política. Asimismo, la corrupción tiende a ser generalizada y el Estado de derecho es débil. Además, la sociedad civil es débil; normalmente, hay acoso y presión sobre los periodistas, y el poder judicial no es independiente. El índice de estos países oscila entre 4 y 6.

Finalmente, en los regímenes autoritarios el pluralismo político estatal está ausente o muy restringido. Muchos países en esta categoría son dictaduras absolutas. Puede que existan algunas instituciones formales de democracia, pero tienen poca sustancia. Las elecciones, si se llevan a cabo, no son libres ni justas. Hay desprecio y violaciones de las libertades civiles. Los medios suelen ser de propiedad estatal o están controlados por grupos conectados al régimen gobernante. Hay represión de las críticas al gobierno y una censura generalizada. No existe un poder judicial independiente. El índice va 0 a un poco menos de 4.

En la evaluación correspondiente al año 2023, que se dio a conocer con el título de ”Índice de democracia 2023: Era del conflicto”, se reporta que solo el 14.4% de los países son “democracia plena”; 29.9% son “democracia defectuosa”, 20.4% son “regímenes híbridos”; y 35.3% son “regímenes autoritarios”. Llama la atención que Estados Unidos, que ha promovido su democracia en el mundo como un modelo, esté clasificado como una democracia defectuosa, situación en la que cayó desde 2016 (¿Efecto-Trump?).

El informe reporta que en 2023 la democracia retrocedió en la mayor parte del mundo. Los mayores retrocesos, medidos por la disminución del puntaje promedio regional, se produjeron en América Latina y el Caribe, en Medio Oriente y en África del Norte. Fue el octavo año consecutivo de decadencia democrática para América Latina y el Caribe, cuyo índice promedio cayó de 5,79 en 2022 a 5,68 en 2023.

La República Dominicana cae en la categoría de democracia defectuosa, con un índice de 6.44 (2023), inferior al nivel de 2019 (6.54). El índice más alto lo logró el país en 2013, cuando alcanzó lo 6.74.

El posicionamiento de República Dominicana como democracia defectuosa se explica por el bajo nivel alcanzado en la categoría cultura política, donde apenas obtiene 3.13, seguido por funcionamiento del gobierno con una puntuación de 5.36. En participación política, el país obtiene 7.22 y en libertades civiles, 7.35. En cuanto a proceso electoral y pluralismo obtiene una puntuación propia de democracia plena, con 9.17.

La democracia en todo el mundo anda en baja; aquí también.