El decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Organización & Método (O&M), doctor Miguel Ángel Prestol, afirmó que la Escuela Nacional de la Judicatura (ENJ) todavía no ha garantizado la capacidad que requieren los candidatos a jueces.
Planteó que se consigne una forma de depuración de los candidatos a jueces, para que al momento de seleccionarlos se sepa que están fuera de toda duda razonable en cuanto a su integridad moral y a su idoneidad para desempeñarse como administradores de justicia.
El jurista no cree que haya una mejoría en la justicia dominicana solo por los cambios de funciones y está contra un burocratismo hipertrofiado, que es lo que en el Estado se sugiere siempre. No obstante, le parece que se pueden estudiar fórmulas de modificaciones a entidades como el Consejo Nacional de la Magistratura (NM) y el Consejo del Poder Judicial (CPJ).
Sobre los jueces entiende que no basta que salgan de una escuela donde se les enseñe qué es una sentencia y cómo se redacta. “El abogado que vaya a ser juez debe ser un abogado de experiencia”. Asimismo expresó que cuando a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) de 1994 se le ocurrió seleccionar a jueces preguntándoles por un término le pareció ridículo.
“Porque lo que usted tiene que hacer con ese juez que aspira a primera instancia o a juez de paz es solicitarle tres escritos de su creación en materia civil, tres defensas, dos recursos de casación, tres expedientes que haya llevado, los cuales deben ser examinados para ver la calidad de esa persona”.
Corrupción en la justicia. En cuanto a los hechos de corrupción, el abogado de 45 años de experiencia en las ciencias jurídicas consideró que la justicia siempre ha tenido sus luces y sombras, pero en la actualidad “es algo verdaderamente estremecedor”.
Prestol manifestó que detrás de las caídas morales de hoy que dan paso a la prevaricación, se mueven a menudo las tentaciones resultantes de los sórdidos resortes que existen en el crimen organizado.
“Pienso que a la SCJ, dentro del marco de su competencia de inspección, le incumbe dar un más cercano seguimiento, no tan solo al desempeño, sino al comportamiento ético de los jueces, desde las cortes hasta los juzgados de paz”.
Esa problemática la atribuye a la aparente ineficacia de los mecanismos legales del control en la composición de la judicatura y el Ministerio Público para garantizar independencia e imparcialidad.
Precisó que en el siglo XX, menos en el XIX, no existía una prensa como la que existe hoy, que estuviera monitoreando tanto el comportamiento de los jueces y de los tribunales, por lo que ciertos hechos no trascendían tanto.
Propuestas de solución. Prestol, abogado en ejercicio y periodista de larga data, planteó que lo esencial es el cuidado que tiene que haber en el CNM (órgano que elige a los jueces de las altas cortes) para la selección de los jueces. Cree que esto depende fundamentalmente del hombre, del material humano.
Justicia y política. Expresó que en la justicia va a haber siempre una incidencia de carácter político, ya que es imposible en una sociedad democrática sustraer el tinte político en la conformación de la judicatura.
Se preguntó cómo se integraría el CNM al margen de lo establecido en la Constitución y en la ley de la materia. En la conformación del CNM sostuvo que el presidente del Senado es un político, como lo es el presidente de la Cámara de Diputados y el presidente de la República, quien preside el CNM.
“Es decir, que realmente, yo no vería esa cuestión como el factor determinante de la situación. El problema es el cuidado que el CNM tiene que tener en la elección de los jueces”.
Prestol dijo que el CNM debe señalar entre los abogados con la experiencia necesaria y con el ejercicio que establece la Constitución, las características y las condiciones éticas y morales de ese candidato, mediante las informaciones del Colegio de Abogados y de otras instancias.