La falta del puente Madrigal sobre el río Haina, el estado intransitable de decenas de caminos vecinales, falta de respaldo a la agropecuaria, son los principales problemas de los distritos municipales La Cuchilla y Medina, en Villa Altagracia.
Todos los sectores comunitarios, campesinos, y la dirección del distrito municipal La Cuchilla, están unificados en cuanto a la urgencia de que el Gobierno construya el puente Madrigal, destruido en 1972, ya que unirían al Sur con el Cibao.
Martín Nivar, presidente del Movimiento Campesino Dominicano (MCD) y de la Cooperativa de Servicios Múltiples Las Mercedes, recuerda que llevan 46 años luchando por la construcción del puente, ya que mantiene a más de 30,000 habitantes incomunicados desde que llueve.
Señala que en 1999 las organizaciones sociales y campesinas firmaron un acuerdo con el sector agropecuario del entonces aspirante a la presidencia Hipólito Mejía, quien luego que ganó, en el 2000, colocó los recursos en el Presupuesto, sin embargo, no se hizo.
Luego, precisa, en la segunda gestión del presidente Leonel Fernández, 2004-2008, obviaron el reclamo y optaron por ampliar el badén, que no hace las mismas funciones que haría el puente Madrigal.
Explica que para llegar al poblado de Villa Altagracia quienes habitan en La Cuchilla, Medina, Boruga y Hato Dama, deben cruzar el badén, girar hacia la derecha hasta llegar al kilómetro 30 de la autopista Duarte y retornar.
En cambio, indica, si van a los lugares mencionados desde Santo Domingo deben llegar hasta la parada El Boricua y hacer el retorno para volver a tomar el badén, y desde que llueve quedan incomunicados.
Nivar expresa que el movimiento social de la zona pretende celebrar los 47 años de la destrucción del puente, en abril de este año, con acciones de protestas que llamen la atención de las autoridades y el país entero.
Deplora que todas las gestiones de gobiernos desde que fue destruido por una gran crecida del río, hayan prometido la construcción del puente sin que se materialice.
Recuerda que el 31 de agosto de 2014, durante una visita sorpresa, el presidente Danilo Medina llegó a la comunidad de Castaño, en la Cooperativa las Mercedes, ordenó al ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, que en una semana rindiera un informe sobre el puente.
“Al otro día, el primero de septiembre, el ministro Castillo vino a ver el puente, entendemos que rindió el informe al presidente Medina, pero todavía no se inician los trabajos de construcción del puente”, sostuvo.
Conjuntamente reclamaban la construcción del puente de Boruga, sobre el río Nigua, en Hato Dama, San Cristóbal, que felizmente fue iniciado por la compañía Acero Estrella.
Advierte que luego de 46 años de reclamo “si la comunidad se revela no nos pueden acusar de agitadores, porque ya no aguantamos más y decenas de vidas se han perdido por falta de ese puente”.
Cuando los ríos crecen para los moradores de la zona para ir a Santo Domingo deben hacerlo por San Cristóbal, a 31 kilómetros de distancia.

Pareja se ahoga. El jueves de la semana antepasada murieron ahogados una pareja de esposos, sorprendidos por la crecida del río Maigoa cuando se dirigían a una propiedad agropecuaria.
Se trata de Confesor Félix, de 49 años, y Paula de Jesús, quienes dejaron tres hijos huérfanos, una de ella embarazada. Dionisio Marte, padre de Confesor, así como Juan María de Jesús, padre de Paula, no contienen sus llantos por las pérdidas de sus hijos por la falta del puente.

Vecinales. Las comunidades que pertenecen a La Cuchilla y Medina son más de 100, en su mayoría afectada por incomunicación debido a que los caminos vecinales están intransitables.
Nivar señala que debido a esa situación muchas producciones agropecuarias se pierden porque no pueden ser sacadas a los mercados porque ni siquiera los caballos pueden transitar por los caminos.
Drama estudiantil. Nery Frías, presidenta de la Asociación de Estudiantes de La Cuchilla y Medina, afirma que pasan las de Caín cuando llegan a las 4:00 de la mañana al badén y de repente se encuentran con que el río está desbordado.
Señala que alrededor de 600 estudiantes viajan diariamente a Santo Domingo donde hacen carreras universitarias, y aunque cuentan con dos autobuses donados por el Estado tienen que pagar para combustibles, mantenimiento y los conductores.