Decenas de tortugas aturdidas por el frío son llevadas por aire hasta un hospital especial

Decenas de tortugas aturdidas por el frío son llevadas por aire hasta un hospital especial

Rescatadas de las aguas del Atlántico en Massachusetts, decenas de tortugas aturdidas por el frío son llevadas por aire hasta un hospital especial en los Cayos de Florida y otros centros para animales en lugares cálidos de EE.UU., gracias a grupos de voluntarios que este año cumplen su labor en medio de las dificultades derivadas de la covid-19.

Marathon (EEUU), 4 de Diciembre (EFE).- Rescatadas de las aguas del Atlántico en Massachusetts, decenas de tortugas aturdidas por el frío son llevadas por aire hasta un hospital especial en los Cayos de Florida y otros centros para animales en lugares cálidos de EE.UU., gracias a grupos de voluntarios que este año cumplen su labor en medio de las dificultades derivadas de la covid-19.

Como cada año, durante los meses de otoño, que es cuando ocurre el fenómeno conocido como “cold stunned”, la organización Turtles Fly Too (las tortugas también vuelan) organiza decenas de vuelos al mando de pilotos voluntarios desde ese norteño estado con las tortugas que lograron ser rescatadas en la Bahía de Cape Cod, el sitio donde cientos de jóvenes ejemplares de las tortugas Kemp’s Ridley (o tortugas lora) quedan atrapadas y muchas finalmente mueren.


Estas tortugas, que se hallan en “crítico” peligro de extinción, como señaló a Efe la directora ejecutiva de Turtles Fly Too, Bonnie Barnes, van hasta esa bahía rica en alimentos durante los meses de verano, pero cuando el agua fría empieza a entrar las más jóvenes de manera instintiva buscan aguas bajas, donde finalmente quedan atrapadas y algunas terminan varadas en la orilla. Aturdidas por el frío, sin capacidad de nadar o comer, y algunas con cuadros de neumonía, las que logran ser rescatadas por grupos de voluntarios son llevadas a acuarios del noreste de Estados Unidos para ser estabilizadas y luego transportadas por aire por alguno de los 350 pilotos que Barnes tiene en su base de datos, en vuelos que llegan a costar unos 35.000 dólares por trayecto pero que la organización concreta gracias a donaciones y el invaluable apoyo de los pilotos.


“Es mucho trabajo orquestar esto”, confiesa Barnes, con casi 20 años de experiencia en organizaciones de conservación, sobre la labor de Turtles Fly Too durante las casi doce semanas que dura la temporada de “cold stunned” y en la que transportan entre 200 y hasta 600 de estas tortugas a diferentes centros de tratamiento tanto en Florida, que también incluye el acuario de Miami y SeaWorld Orlando, como en Georgia y Luisiana. Una labor que esta temporada enfrenta un doble reto.


Por un lado, hay más tortugas víctimas del aturdimiento por frio, que para los especialistas es otra de las consecuencias del cambio climático, y por otro, las limitaciones que ha impuesto la covid-19 ha dejado con menos fondos estatales y privados a muchos de estos centros, los cuales ya no pueden recibir la cifra usual de años anteriores o directamente les han tenido que cerrar sus puertas a las jóvenes tortugas.


Barnes no oculta su preocupación de que los patrones del tiempo de la actual temporada pueda llevarlos, bajo estas limitaciones, a una situación como la de 2014, cuando se debieron emplear a fondo para rescatar en un periodo de dos meses a unos 1.200 de estos mamíferos marinos.


“Por ahora vamos en unas 300”, señaló la directiva, quien agregó que el desarrollo hasta fines de enero dependerá de cuan frías sigan las aguas.

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