El reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Mateo 11: 12.
Hay personas que se acostumbran a vivir una vida sin incentivo. No tienen ilusión de ver sus vidas en otra perspectiva porque consideran que esto es imposible, debido a que nunca han experimentado algo diferente.
Esto hace pensar que la bendición es para otros; pero no podemos seguir pensando de esta manera, porque cuando le entregamos nuestro corazón a Cristo hay un Reino a nuestra disposición, y debemos apropiarnos de él.
Pero para que esto ocurra debemos estar conscientes de quiénes somos en Cristo y que necesitamos luchar para alcanzarlo, apropiándonos de cada promesa escrita desde Génesis hasta Apocalipsis. Porque hemos sido llamados a estar encima y no debajo, ser cabeza y no cola, a prestar a muchas naciones y no pedir prestado.
Decidamos hoy cambiar de vida y no conformarnos, porque solamente los violentos arrebatan, aquellos que saben que puede traerse el Reino a la tierra y disfrutar de las maravillas de nuestro Señor.