Esfuérzate y sé valiente. Josué 1: 6.
El tiempo pasa, pero no puede recogerse lo que dejamos de hacer porque siempre estamos dudando al momento de tomar una decisión, y preferimos que el tiempo decida. El tiempo no es el encargado de decidir nuestro futuro; somos nosotros los que nos tenemos que llenarnos de valor y hacerlo.
Años pasan esperando que Dios provea, y no hacemos algo. Esto se llama negligencia, porque no podemos quedarnos sentados. Tenemos que tomar una acción correspondiente, buscar del Cielo la dirección y caminar en pos de ella tocando las puertas, perseverando hasta que se abran.
Es necesario que sepamos que no podemos dejarnos llevar por sentimientos y nostalgia, porque estos impedirán que hagamos lo correcto. Por eso debemos dejar que el discernimiento de espíritu nos muestre lo que está bien o lo que está mal, para poder tomar una decisión, aunque nos duela. Es lo que tenemos que hacer, porque dicha decisión cambiará nuestra vida para siempre.
Muchas cosas no se han hecho por estar siempre en el valle de la indecisión esperando que cambien. Cuando Dios habla no hay que esperar; solamente nos queda decidir. Él nos ha dado el libre albedrío para que seamos responsables de nuestras acciones y aprendamos siempre a escoger lo mejor. Todo está escrito; por eso todo lo que no conviene tiene que terminarse ¡Decide, y tu vida cambiará! ¡Sé valiente!