Decisiones ignominiosas y Picazo de Punta Perla

Decisiones ignominiosas y Picazo de Punta Perla

Ante todo, un saludable y venturoso año 2009,  lleno de paz y amor con la esperanza de que se cumplan todos los deseos y aspiraciones de nuestros  amables lectores asiduos a estas cuartillas sabatinas.

Como ya tienen un año de haber pasado y han sido analizadas y valoradas por profesionales en la materia, sólo enumeraremos las principales, las cuales, a nuestro humilde parecer, constituyen una ignominia para las personas e identidades que cometieron semejantes tropelías.  Por su cuestionamiento jurídico y emanar de nuestro organismo superior, creemos que el fallo de la Sun Land merece que la Suprema Corte de Justicia contrate un lingüista para que les explique lo que significa el texto que ellos si haber sido declarados “funcionales según la definición de la UNESCO”, entendieron o no quisieron “voluntariamente” comprender. 

Lo de la Cámara de Cuentas no tiene parangón en los anales de la vida republicana al haberse repetido un error tan inminente en tan corto plazo y pedir, como lo han hecho un montón de indolentes carantoñeros “borrón y cuenta nueva”. Los mil y pico millones de pesos “gastados” en la remodelación del Palacio de Bellas Artes.  Los indultos, según el columnista de este diario Hamlet Herman, los “insultos” otorgados conforme al artículo 55 de la Constitución por el señor Presidente de la República. 

Y qué pensarse de la decisión del Primer Tribunal Colegiado del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional sobre el retiro de la acusación del lavado de activos de los familiares del ex-capitán Quirino Ernesto Paulino Castillo y la devolución de 200 millones de pesos, además de otorgárseles visado norteamericano a todos.  De paso, recordaremos como en una ocasión escribimos, que al ser violados los derechos constitucionales de Quirino en los Estados Unidos de América, acompañando a esto su colaboración “voluntaria”, es casi seguro que  le devolverán los bienes confiscados en el país y entonces se armará la de “no te menees” y será veremos “cómo la puerca retuerce el rabo”.

En la prensa salió en primera plana “Inician el complejo Punta Perla”.  El señor presidente doctor Leonel Fernández, acompañado del príncipe Alberto II de Mónaco dio el primer picazo para la construcción del proyecto turístico Punta Perla en las proximidades de Cabeza de Toro, provincia La Altagracia con una inversión de US$2,500 millones de los verdes.  Este hecho muy significativo para la industria sin chimeneas ya que generará aproximadamente 20,000 empleos, no hubiese sido objeto de críticas si entre los asistentes al acto no se encontraran dos de los personajes llamados a impedir que el tránsito hacia esos destinos paradisíacos no se convierta en una pesadilla. 

Nos referimos al ingeniero Víctor Díaz Rúa, secretario de estado de Obras Públicas y Comunicaciones (SEOPC) y el licenciado Francisco Javier García, secretario de estado de Turismo, quienes, al no ser supervisados no dieron instrucciones para que la principal carretera que se dirige hacia Bávaro-Punta Cana fuese debidamente reparada (tapar los baches). 

Por supuesto, tanto el presidente doctor Leonel Fernández, como el secretario de estado de Relaciones Exteriores, ingeniero Carlos Morales Troncoso y los dos referidos anteriormente, viajaron por helicóptero en donde no se sienten los grandes hoyos que hacen que los conductores continuamente hagan vaivenes con los consecuentes accidentes.  De seguro que si el señor Presidente o el Príncipe hubiesen ido por vía terrestre, “otro gallo cantaría”. 

Tendrán que venir los extraterrestres para arreglar la principal carretera turística del país.  Así no se puede pretender “que el sector turismo seguirá firme”.

Finalizo dándole mis sentimientos solidarios de condolencia a los familiares de Dardo Herman Pérez, hermano de Hamlet y mi vecino por más de treinta y cinco años.  Que irreparable pérdida de un hombre en  plenitud laboral y que estaba en estado aparente de buena salud.  La vida tiene recovecos  y sorpresas impredecibles. Paz a sus restos.

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