Lo que más daño le ha hecho al presidente Mejía, en su accidentada y negativa gestión presidencial del cuatrenio perdido, es su sinceridad y sus salidas repentinas, sin mucha reflexión, que lo ha llevado, por un lado, a sostener fielmente a colaboradores ineptos que se han beneficiado de esa conducta, y por el otro, ambientalmente, perjudicar enormemente al país.
Tan solo el accionar del equipo económico, con sus continuas metidas de pata por imponer políticas económicas y financieras perjudiciales al desarrollo, ha dislocado por completo la tasa de cambio, promoviendo y estimulando una deuda externa insostenible que ha superado los índices de la lógica monetaria con relación al Producto Interno Bruto, el cual se desplomó con la pobreza rampante, fruto de esa política que afecta al país.
Ese conglomerado de economistas, burócratas, improvisados, etc han sido mantenidos, en contra de viento y marea, por un presidente que todavía habla de su lealtad hacia ellos mientras el país continúa hundiendo y esperando el próximo domingo 16 para hacerle ver que no le combino entregarse en manos de gente que no pudieron combinar sus teorías con la práctica y la lógica, en un país, donde no es posible aplicar las enseñanzas de Harvard o del MIT o de la escuela de economía de Londres.
Pero el accionar irreflexivo del presidente lo ha llevado a cometer serios errores en la protección del medio ambiente, que van desde persistir en la explotación del oro de los sulfuros de Cotuí hasta con el reciente anuncio de que se quiere explotar el mineral sulfuroso, depositado en la presa de cola de Las Lagunas. La esperanza es que la empresa canadiense, la Placer Dome, se dé cuenta que es antieconómico y todavía no hay un método seguro para ese aprovechamiento del oro de los sulfuros.
El rockash portorriqueño, es la culminación de las barbaridades más recientes, y todo señala que esa importación tuvo el visto bueno de la más alta autoridad nacional. Esa autorización compensa el envío, por parte dominicana, de los viajeros ilegales a la vecina isla y desde Puerto Rico nos envían veneno aun cuando los análisis digan lo contrario.
Pero ocurre que aquí hay un rockash que nadie menciona, y poco se conoce donde se encuentra depositado, que es en las cercanías de Haina, fruto de los residuos de la combustión de carbón y bunker C en las plantas de Itabo y de Haina. En consecuencia, tanto el rockash extranjero como el dominicano se quedarán en la superficie de la tierra y que debemos atenernos al riesgo de esos almacenajes, aparentemente inocuos a la salud.
El cercenamiento de los parqueos nacionales, para poder construir nuevos hoteles, se enmarca en la línea del accionar presidencial, y él mismo lo repite, de que es necesario construir más hoteles, como en el caso de Bayahibe, y como podría ser en la Bahía de las Aguilas, ya que su razonamiento simple, es para sacarle beneficios a los recursos naturales, que según él, deben ser mejor aprovechados.
Hasta los muertos han encontrado en el irreflexivo pensamiento presidencial un nuevo lugar de descanso, en terrenos que pudieron aprovecharse en la expansión del parque Mirador del Norte, y que se ha convertido en un verdadero pulmón de aire puro y sin contaminar que ayuda al disfrute de la población de la provincia de Santo Domingo y del Distrito Nacional.
Suerte que al presidente no se le ha ocurrido a que se corte en sus entrañas a la Cordillera Central para unir al Cibao con el Sur a través de San Juan, proyecto que fue soñado por un malogrado presidente perredeísta. Ese proyecto fue engavetado y lo que procedería es pensar seriamente en la reconstrucción de la carretera Constanza-San José de Ocoa la cual contribuiría a recuperar las montañas de esa región, que gracias a los esfuerzos del Padre Luis Quinn en Ocoa, poco a poco han ido reverdeciendo sacándole provecho para sus habitantes con una explotación agrícola y forestal adaptada a esas montañas.
El presidente constitucional, en su accionar irreflexivo, se apega a sus ineptos colaboradores que han destruido su gestión y llevándole a ser rechazado por las mayorías por sus afanes continuistas, lo cual quedaría demostrado el próximo domingo 16. Su criterio de sacudirse de tantas áreas protegidas, para que sean aprovechadas por el turismo, demuestra la línea de acción de un hombre que pudo haber sido un buen presidente, pero su rápido pensamiento y lealtad a sus «amigos» fue aprovechado por los colaboradores para hundirlo y ser rechazado por los dominicanos.