Declaración de Batlle provoca revuelo

Declaración de Batlle provoca revuelo

MONTEVIDEO (AFP).- Declaraciones del presidente Jorge Batlle a la TV dominicana en las que auguró la derrota del gobernante Partido Colorado en la elección de octubre y desacreditó a su presidenciable Guillermo Stirling, -publicadas y después borradas de la página web gubernamental- causaron revuelo político este jueves en Uruguay.

   A su regreso a Montevideo este jueves, tras una gira por República Dominicana y Haití, Batlle admitió que lo que declaró en una entrevista televisiva en Santo Domingo «pudo haber caído mal, pero sólo relaté lo que sucedió» en el proceso de designación de candidato a la presidencia por el Partido Colorado (centroderecha).

   Aclaró sin embargo que para el país, «Stirling es el único camino», y que su mención a la mala votación del coloradismo se refería a las elecciones internas simultáneas en todos los partidos del 27 de junio último, cuando el oficialismo obtuvo un 14% del total de votos emitidos.

   El propio Stirling respondió que «no es la primera vez que (Batlle) se equivoca en materia de pronósticos», y aseguró que «otra vez va a equivocarse».

   Las críticas llovieron para Batlle desde filas del Foro Batllista (denominación referida al fundador de la corriente, José Batlle y Ordóñez, 1856-1929, tío abuelo del actual jefe de Estado), fracción opuesta al presidente, mientras que sus partidarios de la Lista 15 se llamaron a silencio.

   El diputado forista Washington Abdala sostuvo que los dichos del mandatario fueron «muy desafortunados» y respondieron a la «típica incontinencia verbal que lo carateriza».

   «Es incomprensible que siendo colorado sea crítico de su propio partido y de su candidato, bueno es otra (ocurrencia infeliz) del presidente Batlle», añadió.

   El senador Pablo Millor, también forista, ironizó: «ahora sí que soy optimista porque este hombre (Batlle) se ha equivocado tanto, que si ahora dice que vamos a votar mal es porque vamos a votar bien (…) tal vez sea un elemento más del gobierno divertido que prometió».

   En declaraciones a una periodista dominicana, según el texto divulgado en la página web gubernamental, Batlle reconoció que «el partido de gobierno no va a tener una gran elección, no la va a tener».

   Posteriormente consultó a la entrevistadora «si no querés ser candidato tú, Peggy, porque no tenemos candidato».

   El presidente atribuyó la baja preferencia de su partido en las encuestas (de 6% a 12%) a que «los dos primeros años de gobierno fueron muy duros y la gente lo sintió muchísimo, y esa inercia espiritual queda».

   Además, el ex ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, «que era nuestro candidato natural a la presidencia de la República, no quiso serlo (…) llegamos a una carrera de caballos con el mejor caballo, con el gran jockey, y cuando iba a salir la carrera el jockey se bajó del caballo, una tragedia», explicó.

   La página oficial de la presidencia uruguaya publicó y después borró de la web las declaraciones de Batlle, porque según el subdirector de la gubernamental Secretaría de Prensa y Difusión (Sepredi), Daniel Pírez, «en verdad la enviaron embargada, y no podíamos publicarla hasta la semana próxima».

   «Jamás fue intención de quienes hacemos la página de presidencia evitar la publicación por resultar inconveniente, ni tampoco la sacamos porque nos dieron la orden de hacerlo, fue simplemente un error», adujo Pírez, y aseguró que la nota completa será publicada nuevamente la semana próxima, «cuando estemos autorizados».

   Las imprudencias de Batlle se difundieron internacionalmente cuando en junio de 2002 declaró a Bloomberg TV que los políticos argentinos «son todos unos ladrones, del primero al último» y que el entonces presidente del vecino país, Eduardo Duhalde, «no sabe dónde está parado».

   Pero además, el jefe de Estado uruguayo, frente a su colega brasileño Fernando Henrique Cardoso, propuso formar un «estado independiente» entre Uruguay y el estado de Rio Grando Sul (sur de Brasil) porque «al fin y al cabo son gauchos igual que nosotros».

   Antes se había referido públicamente a un diplomático chino como el «embajador Chin-chu-lin», a Fidel Castro como «un show de viejo», y sobre los homosexuales de Sitges, Cataluña (de donde provine su famlia), dijo: «no tengo nada contra ellos, pero yo soy normal, me gustan las mujeres».

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