Declaración de Chávez desconcierta Colombia

Declaración de Chávez desconcierta Colombia

BOGOTA (AFP).- La declaración del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de que sólo será en la reunión del jueves con su colega Alvaro Uribe cuando pondrá punto final a la crisis diplomática bilateral, causó desconcierto en Colombia, aunque varios sectores dan por descontado que el diferendo ya está superado.

La advertencia de Chávez fue hecha 48 horas después de que Bogotá emitiera un comunicado en el que declaraba resuelto el diferendo y expresaba «su mayor disposición para revisar los hechos» relacionados con la captura en diciembre de un jefe guerrillero de las FARC en Caracas, detonante de la crisis.

Chávez fue más allá al decir el domingo en Brasil que el fin del conflicto dependerá del «tono» y la «franqueza» de la conversación que tendrá con Uribe en Venezuela, y dijo haber recibido como una «rectificación» el comunicado de Bogotá, calificado de «positivo» por la cancillería venezolana la misma noche del viernes.

El congresista y ex guerrillero Gustavo Petro, amigo cercano de Chávez y con quien se reunió el pasado fin de semana, afirmó que «la crisis aún no está resuelta» y dijo que aunque Caracas está complacida por la declaración de Bogotá, existe cierto malestar porque fue expedida de manera unilateral.

Si bien es cierto que la afirmación de Chávez redujo el optimismo del fin de semana, sectores comerciales, analistas y políticos confían en que la cita presidencial sea un hecho meramente formal para declarar cerrada la discusión.

«El jueves se va a formalizar la normalización de las relaciones. No creo que la situación sea reversible. Los presidentes van a esclarecer los términos en que se dará una nueva etapa de la relación bilateral», declaró a la AFP el experto en seguridad Alfredo Rangel.

El hecho de que Chávez haya asumido el comunicado de Bogotá como una «rectificación» significa que «lo acepta como el gesto que estaba esperando para la resolución de la crisis», opinó el analista.

La catedrática y analista Socorro Ramírez consideró que las declaraciones de Chávez «ponen de presente fragilidades de la relación que no están resueltas».

«No todo está resuelto, pero hay que rodear este acercamiento. En los dos países hay que evitar el uso político de la crisis y continuar profundizando el distanciamiento, porque, como se constató en estos días, es una relación muy intensa, y debe ser cuidadosamente tratada», advirtió.

La ministra de Industria Ligera de Venezuela, Edmee Betancourt, declaró a la prensa colombiana que después del encuentro Uribe-Chávez en la práctica quedarán superados los inconvenientes del comercio en la frontera común.

Igualmente la presidenta de la Cámara Colombo-Venezolana, María Luisa Chiappe, también expresó su confianza en el encuentro. «Lo importante es destacar la voluntad de acuerdo, bienvenida la reconciliación», manifestó.

Para el ex ministro colombiano José Manuel Santos, férreo crítico del mandatario venezolano, las declaraciones de Chávez del domingo mostraron una «falta de nobleza» y que éste «quiere salir ganando de la contienda».

La Iglesia católica hizo un llamado a la calma: «Las dificultades y el destino común de los dos pueblos imponen mirar el presente con objetividad y serenidad», consideró el cardenal Pedro Rubiano.

La crisis, la peor entre ambos países en dos décadas, estalló a comienzos de enero tras la captura el 13 de diciembre en Caracas de Rodrigo Granda, el «canciller» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un hecho calificado por Venezuela como un secuestro y una violación a su soberanía.

Venezuela suspendió los negocios bilaterales, exigiendo una disculpa de Colombia, que, tras admitir el pago de una recompensa por la captura, le respondió entregándole una lista de rebeldes con supuesta presencia en el país vecino.

Tras una intensa gestión internacional, liderada por Perú, Brasil y Cuba, Bogotá emitió el comunicado del viernes, afirmando que había sido acordado con Caracas.

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