Declaración de Sharon irrita a Francia

Declaración de Sharon irrita a Francia

PARIS (AFP).- La tensión franco-israelí, causada por el llamamiento que hizo Ariel Sharon a los judíos de Francia para que emigren a Israel, aumentó este lunes cuando París hizo saber que el primer ministro israelí no podrá viajar a Francia hasta que haya dado «explicaciones» sobre sus palabras.

   Este incidente se produce cuando las relaciones entre ambos países volvieron a empañarse con la visita del jefe de la diplomacia francesa, Michel Barnier, a Yasser Arafat en Ramala (Cisjordania) a finales de junio, que supuso un apoyo al debilitado presidente de la Autoridad Palestina a quien Israel intenta aislar.

   «Tras las declaraciones de Sharon, Francia había pedido explicaciones. Hoy señaló que una eventual visita del primer ministro israelí a París, para la cual no se había fijado ninguna fecha, sólo se examinará una vez se hayan dado las explicaciones solicitadas», dijo el lunes por la noche la presidencia francesa.

   Poco antes, el segundo canal de televisión israelí afirmó que el presidente francés Jacques Chirac informó, en términos menos diplomáticos, a Ariel Sharon de que «no era bienvenido» en París.

   «Tras varias semanas de contactos sobre esta visita, ésta se hace imposible (…) y usted no es bienvenido debido a sus declaraciones», le hizo saber Chirac, según la televisión.

   La presidencia francesa desmintió que Chirac hubiera escrito sobre esto a Sharon y explicó que se trataba de un mensaje «transmitido oralmente por vía diplomática».

   Michel Barnier, de visita en Túnez, declaró el lunes que París «seguía esperando explicaciones» sobre las «inaceptables» declaraciones de Sharon.

   Según fuentes diplomáticas en Francia, el encargado de negocios francés en Israel fue recibido en el ministerio israelí de Relaciones Exteriores y su homólogo israelí en París se trasladó al ministerio francés de Relaciones Exteriores.

   Sharon llamó el domingo a los judíos de Francia a emigrar a Israel «inmediatamente» y señaló a los musulmanes de Francia como fuente de un «antisemitismo desenfrenado», insistiendo en que los judíos estarían más amenazados en Francia que en otros países.

   Esas declaraciones causaron una enorme indignación en Francia, entre toda la clase política y en la propia comunidad judía.

   Con un total de 600.000 integrantes, la comunidad judía de Francia es la más importante de toda Europa occidental. En 2003, 2.313 judíos que vivían en este país europeo se marcharon a Israel frente a los 2.566 del 2002, según datos oficiales.

   Sin embargo, los dirigentes israelíes habían tomado nota hasta ahora de la determinación del presidente Chirac y del gobierno francés para luchar contra el antisemitismo, en un contexto de aumento de los actos antijudíos.

   La visita de Estado a París en febrero del presidente israelí Moshé Katzav permitió estrechar la relación y el embajador israelí en Francia, Nisim Zvili, consideró que era «una etapa» antes de la de Sharon. Incluso adelantó como fecha el mes de abril.

   Pero París nunca fijó la fecha de esta visita de alto riesgo, como recordó el lunes la presidencia francesa.

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