Declaraciones ambivalentes

Declaraciones ambivalentes

En declaraciones recientes, el Secretario de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo, ingeniero Temístocles Montás; el Secretario de Estado de Hacienda, licenciado Vicente Bengoa, y últimamente el Secretario de Estado de la Presidencia, doctor César Pina Toribio, señalaron que las leyes que especializan un 10 por ciento de los ingresos fiscales a favor de los ayuntamientos y un 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación, son inaplicables. Asimismo, criticaron la aprobación en un gran número de casos, de leyes que no es posible su aplicación debido a que no se toma en consideración las posibilidades económicas actuales del Estado dominicano.

Se puede estar o no de acuerdo con estas declaraciones de estos funcionarios pertenecientes todos al partido en el gobierno, ya que si bien es cierto que destinar un 10 por ciento de los ingresos fiscales para destinarlos a que los ayuntamientos lo desbarren es un desatino que debe ser rápidamente corregido. ¿Cómo es posible que haya regidores que por tres o cuatro sesiones cobren más de cien mil pesos? Anteriormente, las funciones de regidor eran honoríficas ya que se consideraba un gran honor el ejercer ese cargo. Hoy, el espíritu mercurial de los que se amamantan de la vaca nacional que es el Estado, no sólo cobran un elevado salario y dietas, sino que además se involucran en labores de “mercadeo” y de canonjías para aprobar cualquier decisión de la Sala Capitular si en la misma hay envueltas transacciones u operaciones comerciales. Por tanto, esta parte de la enunciación de parte de los citados Secretarios de Estado es atendible por reflejar una cruda realidad del derroche alegre de los impuestos que pagan los ciudadanos para el desarrollo del país.

Ahora bien, la parte que estamos en desacuerdo es la relativa al 4 por ciento del PIB para destinarlo a la educación. Un país inculto y con un alto por ciento de analfabetismo no puede nunca alcanzar niveles de desarrollo que le permitan a mediano o largo plazos salir de su primitivismo. Ahí tenemos el ejemplo de nuestro vecino Haití y de muchos países africanos y algunos asiáticos que no obstante tener recursos naturales abundantes, su inculta población tienen ese escollo que impide al ser humano compararse con otro con posibilidades de elevarse, haciendo que su vida sea, no solo un suplicio, sino un verdadero martirio. Ejemplos como Cuba, Argentina, Chile y Uruguay, casi libres de iletrados, demuestran el porqué hay que invertir en la educación si queremos liberarnos de las trabas que se derivan de un sistema escolar ineficiente. Nuestro país posee uno de los niveles educativos más bajos de América y posiblemente del mundo.

Por eso, un sistema escolar avanzado es básico para que nuestro país despegue del oscurantismo en el que ha estado sumido por años.

Estas inconsecuentes declaraciones también tienen un componente de reproche al Poder Legislativo, ya que al parecer las leyes que elaboran son obviadas por el Poder Judicial no obstante las mismas haber sido promulgadas por el Poder Ejecutivo, con lo cual ambos poderes son culpables de la falta de aplicación de una ley que se supone vigente al no haber sido derogada. Si se demuestra que algunas leyes son inaplicables, para que el Poder Ejecutivo se empeñe en reformar la Constitución de la República, ya que ésta establece en su texto la obligatoriedad de la aplicación de las leyes.

 Si como decía el presidente Balaguer que la Constitución era un pedazo de papel, no perdamos el tiempo en adecuarla a estos tiempos porque sería un esfuerzo fútil y contraproducente. Recordemos que la Constitución de los Estados Unidos de América tiene más de doscientos años y a ningún presidente de ese país se le ha ocurrido modificarla. Por eso, cosas veredes, Sancho.

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