Declaraciones del Papa estremecen al gobierno

Declaraciones del Papa estremecen al gobierno

El tono desusado utilizado por el Papa Benedicto XVI en la ceremonia de presentación de cartas credenciales del nuevo embajador dominicano ante la Santa Sede, Víctor Grimaldi, sorprendió y generó preocupación en importantes instancias del gobierno. Nadie, sin embargo, quería hablar sobre el tema, por considerarlo de alta política.

Solo el secretario de la Presidencia, César Pina, dijo  que las autoridades  han demostrado con hechos  su  firme  voluntad de combatir la corrupción y el narcotráfico como ningún otro gobierno. Participación Ciudadana, por su parte, pidió escuchar y acoger los señalamientos papales.

El director ejecutivo de Participación Ciudadana, Javier Cabrera, afirmó ayer que la reflexión hecha por el papa Benedicto XVI sobre los males que aquejan a la República Dominicana y la necesidad de erradicarlos está “muy acorde” con la realidad institucional del país, y debe ser acogida por las autoridades para corregirlas.

Dijo que los señalamientos del Pontífice   son los mismos que desde hace años vienen haciendo la sociedad civil y otros sectores del país, y no han sido tomados en cuenta por falta de voluntad política para llevar a cabo acciones contundentes contra esos males.

“Si bien es cierto que se han hecho una serie de reformas que han implicado nuevas leyes para combatir la corrupción, como la Ley de Contrataciones, esas reformas no son suficientes por sí solas, y no ha habido una implementación efectiva de las mismas”, señaló Cabrera.

Agregó que una de las grandes debilidades para combatir la corrupción  es la impunidad, debido a que las instituciones del sector justicia han sido históricamente débiles   con el castigo, la persecución  y la investigación de ese flagelo.

“Y esto se debe, fundamentalmente, a que hemos tenido un Ministerio Público muy dependiente de la política y del Poder Ejecutivo, y no hemos tenido los recursos necesarios para llevar a cabo los procesos de investigación y sometimiento a la justicia de los responsables de hechos de corrupción”, dijo.

Cabreja señaló que los planteamientos del Papa no son más que una demostración de que el deterioro  que vive la República Dominicana en términos de corrupción, narcotráfico y pobreza es tan profundo, que ha trascendido las fronteras adquiriendo dimensiones internacionales.

Indicó que eso debe ser motivo de mucha preocupación para las autoridades , porque eso no sólo lo dice su santidad Benedicto XVI, sino todos los estudios que realizados a escala internacional, los cuales reflejan   las graves dificultades de carácter institucional, económico y social.

Benedicto XVI también llamó a fortalecer la honestidad, la independencia jurídica y  los servicios sociales.

Mensaje papal

Ciudad del Vaticano.  (EFE). El papa Benedicto XVI exhortó ayer a las autoridades dominicanas a erradicar “definitivamente” la corrupción y luchar contra la pobreza y el narcotráfico y  fortalecer la honestidad, la transparencia, la independencia jurídica, el medio ambiente y los servicios sociales.

El Papa así lo manifestó en el discurso que dirigió al nuevo embajador de la República Dominicana ante la Santa Sede, Víctor Manuel Grimaldi Céspedes, quien  presentó sus cartas credenciales.

Tras reconocer los logros que en los últimos tiempos se han producido en ese país, el obispo de Roma agregó que “no obstante”, todavía queda un largo camino por recorrer “para asegurar una vida digna a los dominicanos y erradicar las lacras de la pobreza, el narcotráfico, la marginación y la violencia”.

Señaló que todo lo que suponga el fortalecimiento de las instituciones es fundamental para el bienestar de la sociedad, “que se apoya en pilares como el cultivo de la honestidad y la transparencia, la independencia jurídica, el cuidado y respeto del medio ambiente y la potenciación de los servicios sociales, asistenciales, sanitarios y educativos de toda la población”.

“Esos pasos deben ir acompañados por una fuerte determinación para erradicar definitivamente la corrupción, que conlleva tanto sufrimiento, especialmente, para los miembros más pobres e indefensos de la sociedad”, señaló Benedicto XVI.

El Pontífice afirmó que la Iglesia “nunca puede confundirse con la comunidad política”, pero que ésta converge con el estado en el fomento de la dignidad de la persona y la búsqueda del bien común de la sociedad.

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