Quito.- El Municipio de Quito declaró hoy en situación de emergencia a varias parroquias rurales que fueron afectadas por un sismo de 5,1 grados que sacudió en la tarde del martes a la capital ecuatoriana y que dejó, al menos, dos personas fallecidas.
Las zonas de Pomasqui, Guayllabamba, Calacalí, San Antonio de Pichincha, Puéllaro y Calderón fueron declaradas en emergencia para agilizar la ayuda a los afectados, indicó el alcalde de Quito, Mauricio Rodas.
«Mediante la declaratoria de emergencia agilizamos procedimientos de ayuda y evacuación a las personas que están en riesgo en Catequilla», el cerro en el que ocurrió un deslizamiento de tierra por efecto del sismo, escribió Rodas en su cuenta de Twitter.
El alcalde añadió que de momento se han registrado unas 25 réplicas del sismo principal, la mayor de ellas de 4,1 grados en la escala abierta de Richter.
Además, confirmó que una persona falleció por el deslizamiento de tierras en Catequilla, donde funciona una cantera presuntamente ilegal, en la que también se presume hay cuatro personas sepultadas.
«De momento no es posible continuar con operativo de rescate pues la zona es inaccesible y el terreno está en condiciones de inestabilidad», añadió Rodas en la red social.
El Municipio capitalino, a través de un comunicado, informó de que la declaración de emergencia implica también «la evacuación de las personas que se encuentren en los sectores afectados, cuando la situación amerite adoptar tal medida».
Asimismo, el Ayuntamiento solicitó al Gobierno «la inmediata suspensión de las actividades de explotación y extracción de materiales pétreos y áridos en la zona de Pomasqui y San Antonio de Pichincha, a fin de precautelar (proteger) la seguridad de los habitantes del sector y sus zonas de influencia».
También ratificó el fallecimiento de un menor de cuatro años de edad en el barrio San Isidro de El Inca, en el norte de la ciudad, presumiblemente al ser aplastado por unos bultos de arroz.
El alcalde Rodas ha hecho un llamamiento a la población a mantener la calma y a tomar medidas de prevención, ante la posibilidad de que se produzcan eventuales réplicas fuertes.