Declinar protagónico de Euclides Gutiérrez

Declinar protagónico de Euclides Gutiérrez

Ubi Rivas.

Mi entrañable y extrañable afecto imperecedero Ramón Alberto Font Bernard, pluma fina como un escalpelo y culterana como el verbo del tío Carlos Goico Morales, siempre me repetía que Euclides Gutiérrez Félix “es la cabeza mejor amueblada del PLD”, por su enorme talento, apreciable cultura, infinita locuacidad pletórica de anécdotas, y notable historiador.
Trujillo, Monarca sin corona es la obra cumbre de Euclides, donde consigue plasmar la radiografía más nítida y acabada de los vericuetos intangibles y el accionar del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, superior y más completa que Trujillo, la trágica aventura del poder personal de Robert Crasweller.
Esto así, porque Crasweller cimentó los soportes nutricios para escribir su magnífica biografía de El Jefe, en relatos suministrados por el doctor Joaquín Balaguer y Luis Mercado Checo en el exilio de ambos en Nueva York, mientras que Euclides sostuvo cercanías con el dictador, escogido Senador por Trujillo, y no obstante, consigue una semblanza imparcial y veraz con los argumentos irrefutables de sus relatos, que es el valor supremo que consigno a su obra.
Por algo de todos estos méritos lo escogió el referencial e icónico presidente Juan Bosch como su secretario personal por 22 años.
Empero, Euclides muestra un declinar y periclitar protagónico en su accionar político, como célula conspicua del Sanedrin caribeño del todopoderoso Comité Político del PLD.
Ver los últimos 35 artículos intrascendentes de Euclides sobre la Grenada Company, en vez de enfocar temas troncales, lo interpreto como un deplorable declinar protagónico de Euclides, con tanto material clave por delante que podría desmenuzar.

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