Si llegaron los días que sientes que la casa ya no te anima, puedes volver a enamorarte haciendo pequeños cambios que no requieren de gran inversión ni demasiado esfuerzo. Es cuestión de escoger las ‘cositas’ con las que puedes lograr más haciendo menos.

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Vamos a las cortinas

Con solo cambiarlas das la idea de que todo en el espacio es nuevo. Puedes hacer cambios dramáticos escogiendo los estampados grandes o románticos, siempre y cuando el resto de tu decoración lo permita, no vayas a convertir todo en un circo. Si tienes ya estampados o una decoración muy cargada escoge colores fuertes pero sólidos, la idea es que se note el cambio, no seas tímida.

Cambia los tiradores

Si la idea es dar un toque diferente a la cocina, por ejemplo, reemplaza los tiradores de los gabinetes, no tienen que ser los más costosos, el simple hecho de cambiarlos hará ver tus muebles como nuevos. Igual en armarios o vitrinas que tengas en casa y ni decir de los manubrios de las puertas.

Pintura

Ya sea que cambies el tono o renueves el color ya estás haciendo mucho. El color es la forma más fácil de renovar un espacio, puedes tratar con un tono diferente en alguna pared o llevarlo todo a tonos neutros, lo que te permitirá tener una nueva visión de tu espacio.

Espejos grandes

Amplitud y luz, eso nos dan los espejos, lo mejor sería aprovechar estas bondades si queremos dar un cambio. Intenta colocar uno detrás del sofá o en esa pared que encuentras aburrida y sin vida

Siempre los detalles

No hay espacio bien decorado sin detalles ¡ojo! esto no significa grandes cantidades de piezas y adornos decorativos, por el contrario, a veces es mejor sacar para dar un mejor aspecto. Mueve tus adornos a otra área de la casa y así solo tienes que conseguir unos cuantos nuevos. Atrévete con estilos nuevos pues saliendo de tu zona de confort podrás descubrir una nueva forma de renovar. tus estancias.