Proviene de la combinación del azul y el rojo,  y es el equilibrio perfecto entre lo frío y lo cálido. Se trata del violeta y de todas sus interesantes gamas que incluyen morados, lilas y púrpuras, tonos fascinantes para una decoración diferente.

De hecho, esta gama de colores es muy utilizada en decoración a la hora de renovar o embellecer un ambiente. Y su popularidad no es para menos,  pues  el lila y el morado se asocian a la sabiduría espiritual. Y si bien no vivimos en una iglesia o templo budista, el efecto que consiguen en la decoración es muy estético y reconfortante.

Cómo y dónde usarlo

Incluso en un mismo color hay distintos grados de intensidad que debemos tener en cuenta para potenciar sus cualidades.

Si busca calidez y “relax”, puede pintar de morado pastel las paredes y llenar el espacio con objetos que combinen el blanco y el morado oscuro, como cuadros, cojines y cortinas de ambos colores.

Si quiere darle un aire más juvenil al salón, la tonalidad del morado tiene que ser más intensa y alternarse con colores cálidos, no sólo en la fachada, sino en los muebles y el piso, de preferencia con otros materiales como la madera.

Para un “look” más elegante, pero igual de moderno, puede utilizar un tono de violeta muy claro en la pared y contrastarlo con un piso blanco, pero siempre dando relevancia al juego de muebles y cortinas, cuyos colores deben ser más fuertes y fríos, jugando entre los diversos tonos de lila y morado.

Inspirados en la mística del propio color, puede hacer una decoración al estilo de Medio Oriente en la que destaquen los elementos lila de los accesorios de tela en sus diversas texturas para crear una atmósfera envolvente y muy luminosa.

Es muy recomendable como primera habitación ante la llegada de un bebé a casa en sus versiones lilas, rosáceas, malvas. Muy utilizado también en habitaciones para adultos, con tonos más oscuros e intensos. Puede utilizarse como base para una decoración  o como pinceladas   ya que va  perfecto con casi todos.

Un color  espiritual

Violeta

El violeta es un color secundario, compuesto por la misma cantidad de rojo que de azul.

La combinación de tonalidades lilas y moradas aporta resultados estéticos excepcionales. Este color se asocia  con la espiritualidad, es místico, es el color del pensamiento, la meditación, la serenidad y la reflexión.

Uno de los cristales más utilizados en joyería es la amatista, un cuarzo de un intenso color morado, cuyo significado es puramente espiritual;  se alaba de él su capacidad de transformar en buenos, los malos pensamientos, y su capacidad para guiarnos a nuestro verdadero yo.