Un aspecto peculiar que da lo antiguo de muchas de las casas de la Zona Colonial el carácter propio, es poseer una fachada con decorado completamente singular.
Precisamente eso es lo que encontramos en la casa colonial de un nivel ubicada en la calle General Cabral número 17. Su fachada presenta dos puertas sobre las cuales, en la parte superior de la pared, hay inigualables incrustaciones de metal.
Allí, el que mira hacia el lateral este puede observar un adorno en metal que forma una especie de sol. El círculo semeja un rostro humano con los pómulos abultados, y sus rayos son una gruesa curva cuyo inicio es rallado, entre los cuales aparece una estrella.
Y si observa en dirección al lateral oeste, también formando otra especie de sol, esta vez las curvas de sus rayos son más delgadas, terminan enroscadas y se intercalan unas cortas y otras largas. Los rayos encierran un rostro humano que sobresale más que el anterior, pues está montado en un eje, y a uno de sus lados tiene una media luna estriada que sonríe.
Así mismo, en la calle 19 de Marzo número 118 se puede apreciar una vivienda antigua de un solo nivel, que está muy hacia adentro, pues delante tiene un amplio portón arqueado abierto en la pared con un arco carpanel (de esos que constan de varias porciones de circunferencia tangentes entre sí y trazadas desde distintos centros).
El lado de la casa que mira al sur tiene una ventana enrejada bordeada con marco que arriba presenta una corta marquesina, en cambio, su curiosidad consiste en que más arriba, justo al frente, su pared presenta un ornamento central formado por gruesas molduras onduladas que arriba y abajo terminan con filos, que encierran o rodean un cuerpo ovalado en cuyo medio se puede observar, en grueso altorrelieve, dos letras mayúsculas: una M enlazada con una S, que son las iniciales del primer dueño de la casa.