Ya no son solo para servir, hoy se han convertido en un elemento clave de la decoración y podemos encontrarlas en cualquier rincón de la casa.
Las bandejas llegaron para quedarse, ya sea para ordenar, agrupar o tener todo a la mano… Y las hay para todos los gustos, metálicas, en fibras, acrílico y hasta mármol.
No salgas despavorida a comprar una nueva, puedes tratar con las que tengas en casa, pues no es necesario que combinen cual caja fuerte con la mesa donde las vas a colocar.
Luego de que decidas dónde colocarla, piensa en dimensiones, ni demasiado grande ni en extremo pequeña, salvo que vayas a hacer una composición con varias -que también es válido-. Y si ese es el caso, es bueno que vayan unidas por el color o el material para que no luzca como un desorden.
En cuanto a qué colocar en las bandejas, ese es el punto creativo… esas botellas bonitas, una linda jarra convertida en florero, esos pucheritos en cristal que solos no ayudan, pero agrupados en tu bandeja con florecitas se ven hermosos…
Y si nos vamos a lo práctico, la bandeja con el servicio de té o café ya listo para cuando lleguen los invitados es un “must” o la bandejita en el mueble recibidor para dejar las llaves.
Si nos vamos a la mesita de noche, basta un platito para las prendas, una vela aromática y unas flores. Hoy en día, una linda bandeja con los perfumes y joyeros es parte del gavetero o “vanity”. En el baño de visitas esa bandeja te ayuda a colocar el jabón, la crema para manos y alguna coquetería.
Las mesas de centro son las que vemos más decoradas con bandejas, acompañadas de unos libros llamativos y alguna otra pieza, igualmente convierten cualquier otomano o puf en una mesa estable si le colocamos una de buen tamaño.
Cualquiera que sea tu estilo, seguro encontrarás esa bandeja que le de el toque final a ese rinconcito que te hace falta completar.