Es cierto que muchas personas se hacen fanáticas de una comida por el sabor de la misma. Pero por más sabroso que esté ese plato, si no tiene buena apariencia, hasta al más comilón se le quita el apetito.

Es por esto que mucha gente dice que “come” con la vista. En este caso no cabría  el dicho que reza “mira la esencia, no las apariencias”, pues la mayoría de las personas dejan cualquier manjar si no está debidamente representado. Antes de probar, lo que más importa es que se vean apetecibles.

Decorar un plato aumenta el entusiasmo de los comensales, igual o más que el olor.

Son muchos los elementos que se emplean en la decoración de las comidas, aunque  en algunas ocasiones, no son comestibles.

Es aquí donde entra la creatividad, por eso se habla del arte de cocinar, pues esta actividad no solo consiste en la preparación de los alimentos.

Los colores constituyen un detalle que debe ser tomado en cuenta para que llame la atención de quienes se siente a la mesa.

Los tomates rojos, ajíes, cebolla, rábano, perejil, así como otros tipos de verduras, son frecuentemente utilizados para dar el toque perfecto, permitiendo así que las comidas cobren vida.

Pero la cuestión no es sólo colocarlos en el plato, sino que muchas personas se van más allá y hacen pequeñas figuras, que  se ven tan lindas y llamativas que a nadie le molestaría dejar de comerlas y sólo contemplarlas. Y esa es precisamente la idea.

Es también una manera para sorprender a sus invitados, demostrándoles que no sólo en los restaurantes pueden encontrar los platos decorados y bien presentados. Pero sobre todo debe recordar que la sencillez debe ser la principal protagonista.

Algunas ideas. Cortar los pimientos (diferentes colores) en tiras: éstos son ideales para decorar arroces y ensaladas. Pero también les puede agregar ramitas de apio, distribuidos en puntos estratégicos.

Utilice su imaginación y haga flores con los rábanos. Sin duda resaltará la elegancia de su comida.

Si el plato que preparó es a base de pescado, nada mejor que decorarlo con rodajas de limón.

En este caso el ingrediente realizará dos funciones: servirá como acompañante de su comida, al mismo tiempo que la hará lucir delicado.  Si el plato va acompañado de una salsa no hay que sumergir en ella la comida, lo mejor es volcar un poco de salsa por encima y luego el resto en un lado del plato.

Espolvorear con especias es un buen detalle cuando se trata de comidas dulces.  Éstas también le darán el exótico sabor que las caracteriza. También las hojas de menta pueden ser útiles para destacar sus postres.

La decoración es también  una técnica para hacer que los niños coman los alimentos que no les gustan, pero que son importantes, pues aportan los nutrientes necesarios para que crezcan sanos y fuertes.

Sólo tiene que encontrar un detalle llamativo para que su familia o invitados  se motiven a comerlo.