Los cestos son recipientes tan prácticos que encuentran cabida en múltiples actividades del día a día. Fabricados principalmente con fibras como el mimbre o el junco, su función principal siempre ha sido la de transportar objetos, pero también son capaces de embellecer.
Los usos pueden ser tan diversos como usted lo decida y las características del cesto se lo permitan.
Pueden ser el lugar ideal para guardar en el baño las toallas, jabones u otros productos de uso personal.
Lo mismo puede hacer con ellos en la cocina, donde se utilizan para guardar utensilios y alimentos, sean especias, frutos, vegetales o pan. También puede aprovecharlos para disimular los regueros, usándolos para guardar juguetes en el cuarto de los niños o la ropa sucia.
Y todavía hay más usos: los cestos también son idóneos para guardar revistas, organizar artículos en su oficina o, incluso, colocar macetas.